El sistema municipal de Casas de Cultura es uno de esos centros que enaltece el papel de la cultura pinera en el país, pues llegó a este primero de mayo con el sello conmemorativo 45 años de creadas estas instituciones.

Con el entusiasmo de tal resultado y portando su colorido característico, desfilaron los artistas aficionados, e instructores pertenecientes a esta institución.

Este reconocimiento afianza al sistema de Casas de cultura aquí como centro abierto a la comunidad, al fomento del arte y la cultura y la literatura en los barrios, así como la sana recreación y esparcimiento de los vecinos y reconoce la labor de los instructores de arte y al movimiento de artistas aficionados.

Hoy estas instituciones son las que más presencia tienen a nivel social y popular en el ámbito artístico. 

Estos centros responden al encargo social de satisfacer la necesidad de acceso al arte, a la cultura y al proceso de creación y apreciación artística.

La célula más viva de la cultura cubana está allí, en la comunidad. Es en el corazón de los barrios donde nacen los procesos, allí se conocen las necesidades, se sueña en la transformación y el enriquecimiento de cada individuo. Un país y su cultura se ganan o se pierden en la comunidad.

El ir a las comunidades, dedicar el arte y la creación a sus pobladores ha suscitado, desde las instituciones y políticas culturales, la búsqueda de soluciones a problemáticas de todo tipo. La sensibilidad hace que la cultura brote como elixir sanador del proyecto social cubano.

Es ese el papel del sistema municipal de Casas de Cultura en la Isla de la Juventud, lograr el sano esparcimiento con y para el barrio.

Hoy la Casas de Cultura crean de manera constante espacios para la recreación y el desarrollo cultural, sin perder la formación de valores, agenciada con el rescate de las tradiciones y enalteciendo el movimiento de artistas aficionados y promotores culturales.