“Yo soy como esos árboles, de pie junto al camino, / que dan al sol y al viento su verdura y su flor, / y el sol seca sus flores y el viento les arranca / sus hojas, corazones que temblaron de amor.”
Este es un fragmento de la lírica de Juan Marinello Vidaurreta, una de las figuras intelectuales más relevantes de la cultura de la cultura en Cuba, a quien recordamos hoy, a propósito del aniversario 126 de su natalicio.
En Las Villas, el 2 de noviembre de 1898 vio la luz quien se convertiría en abogado, hombre de fina y aguda escritura y en revolucionario al servicio de la Patria. Cursó los primeros estudios en España, tierra de su padre. Tras volver a Cuba estudió, primero ciudad de Santa Clara y después en la Universidad de La Habana para convertirse en Doctor en Derecho Civil, Doctor en Derecho Público, y en Filosofía y Letras.
Marinello se vinculó al Partido Comunista de Cuba y fundó, junto a Rubén Martínez Villena, la revista Venezuela Libre, al tiempo que iniciaba una intensa actividad política, claramente antiimperialista, que le llevó al exilio en varias ocasiones. También participó en la fundación del Instituto Hispano Cubano de Cultura en 1926 y de la Revista Avance en 1927, año en que publicó Liberación, su mejor libro de poemas.
Exiliado en México, colaboró en distintas publicaciones políticamente comprometidas con la izquierda. Volvió a la isla tras la caída de la dictadura de Gerardo Machado, aunque por sus ideales, fue perseguido hasta que volvió a México donde escribió polémicos artículos a propósito de la Guerra Civil española.
Junto a Nicolás Guillén, Marinello viajó a España en 1937 para asistir en Madrid y Valencia al Congreso de Escritores por la Defensa de la Cultura. Su actividad política le tuvo permanentemente ocupado desde entonces, pese a que nunca desatendió sus labores periodísticas y ensayísticas, ni el ejercicio de la docencia.
Fue candidato a las Elecciones presidenciales de Cuba de 1948 por el Partido Socialista Popular. Encarcelado en varias ocasiones bajo la dictadura de Fulgencio Batista, tras el triunfo de la Revolución fue nombrado rector de la Universidad de La Habana, y desde allí impulsó la Reforma Universitaria.
Incansable estudioso de la obra de José Martí y seguidor su legado, luego de 1959, Juan Marinello desempeñó importantes cargos y contribuyó incondicionalmente a encauzar el estado socialista cubano. Fue miembro del Comité Central del Partido hasta su fallecimiento, por causas naturales, el 27 de marzo de 1977, a los 78 años de edad.
En las nuevas generaciones queda la impronta del hombre que, desde las letras, les sugirió: “Cubano: dale tu amor a quien funda el tiempo nuevo (…)”.
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