Hace unas horas, Julian Assange fue puesto en libertad, después de haber permanecido cinco años en una prisión de alta seguridad en Londres.
Esta es noticia de etiquetas posicionadas, la buena nueva calificada por muchos como una victoria del periodismo y de las campañas internacionales a favor de su excarcelación.
En el gremio de la prensa, muchos hemos seguido con interés este proceso porque ha sido largo y complejo. Nos resulta casi “familiar” el caso del fundador de KiwiLeats, lo mismo que su nombre: Julian Assange.
Sin embargo, no está demás acercarnos a este hombre y los motivos por los cuales ha sido víctima de persecución y ocaso por más de una década: siete años asilado en Ecuador, más cinco preso de la justicia británica.
Ahora, ¿Quién es y qué hizo Julian Assange? Este hombre es australiano, de una inteligencia superior, que sin graduarse en la universidad se convirtió en cibernético, hacker, periodista, escritor, presentador; y sobre todo devino peligro para Estados Unidos al crear en 2006, un medio de comunicación sin ánimo de lucro llamado Wikileaks que publicó, según el propio sitio, más de 10 millones de documentos clasificados proporcionados por fuentes anónimas.
Estados Unidos se encontró de pronto con un medio que develaba documentos secretos filtrados desde el Pentágono sobre sus operaciones en Irak y Afganistán, además de correspondencia confidencial del gobierno y de sus embajadas en todo el mundo. Y de inmediato comenzó a perseguirlo, pidiendo lo extraditaran al país norteño, donde podría ser condenado a Cadena Perpetua o la Pena de Muerte…
Para evitar la extradición, Assange recibió asilo político en la embajada de Ecuador durante el gobierno de Rafael Correa. Pero al llegar al poder Lenin Moreno, el país dejó de protegerlo, y en 2019 fue encarcelado por la policía británica.
Transcurridos cinco años, Julian Assange, aceptó declararse culpable de una de las mayores filtraciones de material clasificado del Gobierno estadounidense, como parte de un acuerdo con el Departamento de Justicia que le permitiría evitar la cárcel en Estados Unidos.
Los fiscales solicitarán una condena de 62 meses, equivalente al tiempo que Assange ha pasado en prisión. El acuerdo aún debe ser firmado por un juez federal…
Hoy se encuentra Assange en su país natal. Algunos no creen que sea “caso cerrado”, con toda razón. Sin embargo el largo y cruel castigo que le impusieron por sus denuncias de los crímenes imperiales deberá terminar.
La libertad de Assange es, en efecto, una victoria del periodismo y la solidaridad, “quedará en la memoria de los pueblos como prueba de cuán poco creen sus carceleros en la libertad de prensa”, como dijo el presidente Díaz Canel, en nombre de los cubanos.
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