El presidente argentino, Javier Milei, “pecó de amateurismo” al subestimar la importancia de Brasil para la economía argentina y ahora Lula busca “pasarle factura”, dijo a Sputnik el analista internacional Juan Alberto Rial. El experto consideró, de todos modos, que el comercio bilateral puede mantenerse fuerte a pesar de la falta de sintonía.
La reacción del presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, al envío de una carta por parte del presidente argentino, Javier Milei, volvió a dejar al descubierto la falta de sintonía entre los gobiernos de los dos países más grandes de Sudamérica, cuya relación comercial es de vital importancia para ambas economías.
Durante una rueda de prensa el 24 de abril, Lula confirmó que la canciller argentina, Diana Mondino, le entregó a su par brasileño, Mauro Vieira, una carta escrita por el presidente Milei, durante su última visita a Brasil. “Sé que mi canciller recibió una carta del presidente Milei pero sucede que mi canciller viajó y todavía no pude ver la carta“, respondió Lula a la pregunta de la prensa.
“No sé qué escribió Milei así que no puedo responder”, prosiguió el mandatario, aclarando que leería la misiva al regreso de Vieira y luego haría conocer su contenido a la prensa brasileña. “Tengo interés de que la prensa sepa qué es lo que Argentina pretende conversar con Brasil“, comentó.
“Me parece que la declaración de Lula no es inocente, teniendo en cuenta las cosas que dijo el presidente argentino durante la campaña sobre Lula y Brasil”, comentó a Spuntik el analista internacional Juan Alberto Rial, secretario del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
El analista recordó que, durante la campaña que lo llevó a la presidencia argentina, Milei no ocultó su antipatía por Lula, al que llegó a calificar como “comunista y corrupto”. En ese contexto, también había asegurado que no se reuniría con el presidente brasileño y que directamente no mantendría relaciones entre ambos gobiernos por su carácter de “comunista”.
Para Rial, que Lula no haya leído la carta de Milei es un gesto “intencional” que “no busca agravar la naturaleza del vínculo interpersonal pero le está pasando factura por los agravios recibidos durante la campaña”.
En ese sentido, el experto destacó que el presidente brasileño “es un veterano de la política” que, además, “tiene muy claro cuál es la consecuencia de cada uno de los mensajes y el objetivo que persigue”.
Si bien el presidente brasileño dijo no saber el contenido de la carta, medios argentinos consignaron que en la misiva Milei propone a Lula concretar un encuentro entre ambos. Para Rial, el cambio de postura del presidente argentino puede explicarse por las necesidades de los sectores económicos que lo respaldan en su país.
“No estoy convencido de que el presidente argentino esté buscando un acercamiento a Brasil pero lo que está claro es que el establishment económico y financiero argentino necesita estar en sintonía con el establishment económico y financiero brasileño“, sostuvo.
Rial consideró, además, que el propio cuerpo diplomático argentino conoce la importancia de Brasil para Argentina, independientemente de las posturas que han adoptado Milei o la propia canciller Diana Mondino. “Es muy probable que el personal estable de Cancillería, los diplomáticos de carrera, estén asesorando a Mondino con respecto a la necesidad de tener un acercamiento con el Gobierno instalado en Planalto (sede del Ejecutivo de Brasil)”, sentenció.
El experto remarcó que Milei “peca de amateurismo” al no haber tenido en cuenta la importancia del comercio con Brasil, principal socio comercial argentino, superando a China y EEUU. En ese sentido, el analista destacó la relevancia de que Buenos Aires mantenga “relaciones maduras” con estos tres países, más allá de las posiciones personales de los mandatarios de turno.
“Si a Milei le cae mal Lula es un problema de Milei y no tiene por qué ser un problema del Gobierno argentino. En el momento en que un presidente empieza a cumplir una función, sus desavenencias personales tienen que pasar a un segundo plano”, enfatizó Rial.
Rial señaló que ambos gobiernos mantienen posiciones diplomáticas bien distintas en algunas cuestiones diplomáticas internacionales, como las respectivas posturas sobre las acciones de Israel en la Franja de Gaza o el conflicto entre Rusia y Ucrania, aunque valoró que ambos gobiernos hayan tenido una postura similar al condena la irrupción de la Policía ecuatoriana en la Embajada Mexicana en Quito.
Para el analista, la clave para mantener un buen vínculo entre ambos países está en los funcionarios de carrera de ambas diplomacias. “Entiendo que las relaciones bilaterales no están pasando por un buen momento pero tampoco creo que sea un mal momento y dudo que vayan a empeorar. Lo más probable es que el establishment de la Cancillería argentina trate de mantener la sintonía con sus pares de Brasil”, comentó.
Una fricción que no llega al comercio bilateral
Más allá de las fricciones entre Milei y Lula, Rial relativizó el efecto concreto que puede tener en el comercio bilateral. Si bien reconoció que la falta de sintonía entre los mandatarios “no ayuda” a fortalecer los lazos, aseguró que la propia complementariedad de las economías hace que el comercio fluya de todos modos.
“Hay muchas de las industrias brasileñas que están integradas en cadenas de producción con la industria argentina. La más emblemática es la automotriz, donde Argentina y Brasil producen componentes recíprocos de su producción de automóviles y camionetas. Ahí hay una integración que va más allá de lo circunstancial y de quién sea el presidente de cada país”, explicó.
Rial recordó, por ejemplo, que los mandatarios anteriores, Alberto Fernández (2019-2023) en Argentina y Jair Bolsonaro (2019-2022) en Brasil “se dijeron barbaridades” mutualmente y aun así el intercambio comercial se mantuvo “con normalidad”. “Es probable que ahora pase lo mismo”, pronosticó.
De acuerdo a un informe de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, el comercio bilateral entre Argentina y Brasil totalizó 2.324 millones de dólares en marzo de 2024. Si bien la cifra fue un 14,5% al mismo mes de 2023, los empresarios argentinos valoran que el intercambio entre ambos creció un 40,4% con respecto a febrero de 2024, especialmente por un aumento de las exportaciones argentinas al mercado brasileño.
Rial advirtió, de todas maneras, que las diferencias entre Lula y Milei sí pueden influir en el Mercosur. “No es la misma visión del Mercosur la que tiene Milei que la que tiene Lula. En ese aspecto, es más probable que Milei tenga mucha más cercanía con el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou o el paraguayo Santiago Peña”, puntualizó.
Tomado de Sputnik
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