Recientemente fue noticia la celebración de la décimo sexta Cumbre del Grupo Brics. Pudiera ser que por eso de que prestar atención a las informaciones es selectivo, lo mismo que el conocimiento en términos sicológicos, para algunos en la Isla, el suceso no pase de que Cuba fue invitada, que el presidente Diaz-Canel no asistió por dar prioridad a la contingencia energética y el paso de Oscar por el oriente del país, y que a la ciudad rusa de Kazán, sede del cónclave, viajó la delegación encabezada por el canciller Bruno Rodríguez Parrilla.

Sin embargo, el hecho va mucho más allá, por lo acontecido en el foro y por la propia existencia del Brics. Si en lo anterior no me equivoco, creo pertinente recordar que se trata de una asociación política y económica de países emergentes, cuyas siglas se refieren a los primeros países que la integraron: Brasil, Rusia, India y China en 2001; a los que se unió Sudáfrica en 2010. Después incorporó a otras naciones.

Se trata de un grupo, de un foro de países que abarcan alrededor de la mitad de la población mundial, un 40 % de la producción de petróleo, alrededor del 25 % de la exportación de bienes y el 36,8 % del producto interno bruto global. Entre otros objetivos, busca ampliar la cooperación multilateral y hacer frente al orden mundial dominado por Estados Unidos y sus aliados occidentales.

En términos optimistas, respecto a esta asociación se abordan el término desdolarización, y la posibilidad, a largo plazo, de dividir el mundo a la mitad en cuestiones monetarias.

Entre los logros de la misma está la creación del Nuevo Banco de Desarrollo de los Brics, con sede en Shanghái. Su actual presidenta, Vilma Rousef, dijo que el banco “tiene un compromiso con el sur global”; y, con respecto a la posibilidad de establecer relaciones con Cuba, aludió: “es algo que tenemos que explorar para conocer las diferentes posibilidades”. Así lo manifestó en conversación con el primer ministro Manuel Marrero Cruz, durante una visita oficial de este a la República Popular China, tal cual lo reseña el diario Granma del 3 de noviembre de 2023.

Vuelvo al inicio: La décimo sexta Cumbre del Grupo Brics se celebró del 22 al 24 de octubre. Recientemente publicó en su cuenta oficial en X, @BRICSinfo: “ÚLTIMA HORA: BRICS agrega oficialmente 13 nuevas naciones a la alianza como países socios (no miembros plenos)”. En la lista aparece Cuba.

La Mayor de las Antillas está asociada a la organización. Algunos, diría yo que, con mucho entusiasmo, han dicho que Cuba tendrá algunas las prerrogativas desde el punto de vista de acceso al desarrollo, así como otras aseveraciones al margen de que la desigualdad tiene patas largas o, lo que es lo mismo: “botas de siete leguas”.

Para lograr el surgimiento de un orden internacional más justo, el grupo Brics enfrenta varios retos; entre ellos consolidar su reglamento, poseer una carta fundacional y una estructura operativa definida, lo cual es más importante que sumar a nuevos países.

Pero lo cierto es que Cuba dio un paso adelante en sus relaciones internacionales con su incorporación al foro como socio, aunque por ahora los beneficios no pasen de ser una posibilidad y una esperanza.