En la alborada del 5 de septiembre de 1957 se estremeció la Perla del Sur, con un trascendental levantamiento armado protagonizado por militantes del Movimiento 26 de Julio, algunos oficiales y miembros de la Marina de Guerra y pueblo en general.
Aquella acción audaz puso a la hermosa ciudad del centro de Cuba en el alma de la Patria, y aunque no alcanzó sus objetivos tácticos y en ella perdieron la vida valiosos hijos de esa tierra, se inscribió en la historia como un combate verdaderamente determinado y heroico, según la calificación que Fidel le diera años más tarde.
Uno de los integrantes del guardacostas #101 Leoncio Prado y participante en esa heroica gesta fue el joven Héctor Pérez Llorca, quien nació en Isla de Pinos, el seis de abril de 1931, fruto del amor entre el carpintero Oscar y su esposa María, encargada de las labores del hogar, los que educaron a un niño con muchos valores, muy estudioso y dispuesto, aunque con muchas necesidades por la pobreza de su entorno.
Este año con más alegría y satisfacción por desarrollarse un nuevo curso escolar, los pioneros de la escuela primaria Héctor Pérez Llorca de la Isla de la Juventud, ávidos por conocer la historia de ese mártir joven que con apenas 25 años entregó su vida por la defensa de la patria y que hoy lleva por nombre esa escuela como perenne homenaje a su valor, lo recuerdan con amor.
Muchos de ellos continúan allí sus estudios, pero otros llegan por primera vez y desconocen la historia del héroe; algunos se acercan a la imagen ubicada en una de las paredes en la que se refleja el rostro de aquel joven que entregó su vida por la libertad de su país en el Alzamiento del Cinco de Septiembre de 1957 en Cienfuegos.
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