Defensor del deporte como derecho del pueblo y máximo inspirador de los triunfos deportivos de Cuba en los últimos 60 años, Fidel Castro dejó una huella imborrable en el movimiento atlético de la nación caribeña.

El líder de la Revolución Cubana, como hombre de pueblo con alma de deportista, estuvo en todo momento cercano a los atletas de este pequeño país que, poco a poco, se hizo gigante en el escenario competitivo internacional.

El fruto de la Revolución vio nacer el 23 de febrero de 1961 el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación. Y ahí estuvo la mano de Fidel, como sucedió con la eliminación del profesionalismo en 1962, para desde ese momento abandonar por siempre la comercialización en el deporte, y dar paso a la actividad física como una masividad que años después rendiría sus frutos.

Querido por todo un pueblo que aprendió a seguir su ejemplo, Fidel se ganó la simpatía y el cariño de cada atleta cubano que, con sus resultados, retribuían su genial idea de llevar el deporte a cada rincón del territorio nacional.

Con el tesón de Fidel, enseguida se hizo realidad la obtención de resultados en eventos mundiales como las Olimpiadas. Por eso Cuba, esta Isla minúscula en geografía bloqueada por el imperialismo, es respetada en los escenarios del “Primer mundo”, En ellos dejaron su rastro exponentes como Alberto Juantorena, Teófilo Stevenson, Félix Savón, Ana Fidelia Quirot, Javier Sotomayor… y, de hace solo unos dias, el de jóvenes como Erislandy Álvarez y Yusneylis Guzmán, tras los pasos, la fuerza y el “empuje” de Mijaín López…

Fresca está aún la huella de la delegación cubana en los escenarios deportivos de París 2024. De vuelta a la Patria, el pueblo celebró junto a sus nueve medallistas… Fiesta del pueblo, y homenaje a Fidel, buen regalo en  su cumpleaños 98. 

Algunos hubieran preferido mejores resultados, a la altura de lo tanto que hizo Fidel por el deporte en Cuba. Otros nos situamos a la altura del siglo 21, a estos tiempos donde se ha potenciado el rigor en este tipo certámenes, y en el cerco cada vez más brutal que frena el desarrollo del deporte en la Isla.

Lo cierto es que, al margen de medallas y títulos, importan la valentía y el amor como tributo a Fidel que, en cuanto de deporte, todo lo predijo: 

 “Hemos conquistado el triunfo en algunos duros deportes, pero no se piensen que las luchas no van a ser reñidas en el futuro. Las luchas van a ser cada vez más reñidas. Los avances ahora, de ahora en adelante, costarán mucho más esfuerzo de lo que han costado hasta hoy, es decir que las luchas en el futuro van a ser más reñidas, más duras.”

Hoy, aún se escuchan los ecos de homenaje de nuestros competidores, ganadores o no. Estamos con los humildes y con el hombre excepcional que hizo del deporte una de las conquistas de Cuba.