La sociedad cubana actual está marcada por desviaciones y tendencias negativas que lastran su desarrollo armónico y equilibrado. Esta realidad ocupó espacio en la agenda del reciente Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba; y a tenor de los análisis, propuso acciones para enfrentarlas y erradicarlas.
En aras del proyecto de soluciones, el más alto órgano político de la nación tuvo en cuenta el componente económico, el cual toca los distintos ámbitos de la sociedad, con una marcada incidencia en lo ideológico. Se reconoció que el socialismo se ha debilitado en un número significativo de personas, así como la combatividad y el uso de la crítica.
De ahí que las medidas están encaminadas, primero, a rescatar lo perdido en estos términos, para después lograr que la empresa estatal cumpla con su papel de motor impulsor de la economía y recobrar el valor del trabajo como principal fuente de ingresos.
Reitero: el Noveno Pleno del Comité Central del Partido elaboró un documento abarcador, crítico y valiente acerca de las Desviaciones y tendencias negativas en la sociedad cubana actual, y diseñó un proyecto de soluciones para eliminar ese mal que deteriora las esencias del socialismo.
El contenido deberá ser analizado en la base y constituirá un llamado a su cumplimiento. Confiemos en que serán chequeados los resultados. Tengamos fe en los líderes partidistas, bajo cuya guía se deberá poner freno al descrédito hacia el estado, la falta de motivaciones, al individualismo y la inequidad; así mismo, a la ineficiente gestión de algunos cuadros, al formalismo y la insensibilidad hacia los problemas de la gente.
Esperemos y tengamos confianza; pero antes, formemos parte de esa transformación. Es cierto que para amar un proyecto, primero, hay que admirarlo; y para nadie es secreto que el nuestro a veces resulta deleznable. Pero téngase claro que esto deriva del daño que le hacemos nosotros mismos: unos se dan a las mieles del poder, otros viven del delito en su amplia gama de manifestaciones; otros, en gran mayoría, nos volvemos cómplices a falta de combatividad y exceso de vista gorda.
Soy de quienes piensan que SÍ, que el bloqueo yanqui golpea la calidad de vida de la población y nos limita en todos los ámbitos, pero el factor subjetivo influye mucho. Por este rumbo, ya hasta se dan casos de inseguridad ciudadana y marginalidad, aunque con menos incidencia en la Isla de la Juventud. Pero no estamos exentos.
¿Serán efectivas las acciones propuestas en el último Pleno del Partido para salvar todo lo que debe ser salvado? En lo particular, creo que para ello hace falta armarse y contribuir desde las posiciones serias, audaces y decentes inculcadas por Fidel a este pueblo, y que aún muchos defendemos. Eso, en vez de sumarnos, con esa incapacidad cómplice imperante, al poderoso enemigo que, al día de hoy, de seguir como vamos, tiene todas las de ganar.
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