«Presidio Modelo» y «105 días preso», crónicas como «Reivindicación de Emilio Salgari» y «Hombres de la revolución», o cuentos como «El héroe», «Batey» y «Asesinato en la casa de huéspedes».
Como periodista, dejó para la historia un formidable reportaje en el que narra de forma sencilla y conmovedora los hechos ocurridos en 1934 en el Realengo 18, una intrincada zona de las montañas orientales de Cuba, donde los campesinos protagonizaron una valerosa resistencia frente a las ambiciones de las compañías imperialistas y los latifundistas criollos que querían desalojarlos de sus tierras.
Tan solo contaba con 35 años de edad, cuando decide unirse a la Guerra Civil Española, a la que acudió en septiembre de 1936 como corresponsal de varias publicaciones latinoamericanas y de Estados Unidos y cae combatiendo en Majahonda un 19 de diciembre de 1936.
Pero su vida fue tan polifacética y fructífera que lo convirtió en una figura de especial relevancia no sólo por su obra intelectual como destacado periodista y escritor, sino, también, por su valioso aporte a la lucha revolucionaria y antiimperialista en la Cuba.
Los trabajadores de Patrimonio recuerdan hoy a Pablo de la Torriente Brau desde Presidio Modelo con la inauguración de una muestra en el museo de ese complejo dedicada a esta figura de la literatura y la historia en Cuba.
0 comentarios