Un chiste sobre la isla realizado por un orador durante el cierre de campaña de Donald Trump el pasado domingo 27 de octubre ha generado indignación en la comunidad boricua y preocupación en la campaña del candidato republicano, que ha buscado distanciarse de los dichos.
Faltando menos de una semana para que se lleven adelante las elecciones presidenciales en EEUU, unas polémicas declaraciones realizadas en el evento masivo final de la campaña del candidato republicano Donald Trump han provocado un terremoto electoral en la contienda, en la que el exmandatario y su adversaria demócrata, la vicepresidente Kamala Harris, se encuentran virtualmente empatados según todas las encuestas.
La controversia surgió por los comentarios realizados por el cómico Tony Hinchcliffe durante su participación en el mitin organizado por la campaña de Trump como cierre de campaña, realizado el pasado domingo 27 de octubre en el mítico estadio Madison Square Garden, ubicado en la ciudad de Nueva York.
El comediante, conocido por un estilo desenfadado y políticamente incorrecto, dijo durante su discurso, uno de los muchos realizados durante el encuentro como antesala de las palabras de Trump, que Puerto Rico era una “isla flotante de basura”. El comentario intentaba ironizar sobre la propia reputación de Nueva York como una ciudad sucia, y de hecho no fue celebrado por la audiencia de casi 20.000 seguidores de Trump que se acercaron al recinto, ya que imágenes del momento dan cuenta que apenas generó algunas risas sueltas.
Sin embargo, cuando Trump se subió al escenario casi una hora después, las palabras de Hinchcliffe ya se habían viralizado en redes sociales, generando indignación entre la comunidad de Puerto Rico, el grupo hispano más grande de EEUU luego de los mexicanos, que tildaron sus dichos como “racistas”.
Vale recordar que si bien la isla es un Estado asociado y sus residentes no pueden votar en las elecciones presidenciales, teniendo además una participación marginal en el Congreso en donde sus representantes no pueden votar por leyes, las personas nacidas en Puerto Rico sí pueden participar de los comicios mientras vivan en EEUU. En ese sentido, alrededor de cinco millones de puertorriqueños, casi el doble de los que viven en la isla, residen actualmente en el país norteamericano, lo que hace que esta comunidad sea un bloque electoral importante que ambas campañas buscan seducir.
En ese sentido, y mientras la campaña de Harris buscó inmediatamente aprovechar la polémica dando a conocer los planes de la abanderada demócrata para isla, incluyendo inversiones en diversas áreas, y remarcando el apoyo de varias celebridades boricuas a su candidatura, el equipo de Trump se distanció de los controversiales dichos, con el objetivo de no retroceder en la intención récord de voto latino que todos los sondeos le dan a su campaña para este ciclo electoral.
Danielle Álvarez, asesora del candidato republicano y ex presidente, declaró que el comentario de Hinchcliffe “no reflejaba las opiniones de Trump o su campaña”. En tanto, varios legisladores republicanos de Florida, incluido el senador Rick Scott y la representante de Miami, María Elvira Salazar, criticaron duramente el chiste y elogiaron a los ciudadanos de Puerto Rico.
Por su parte, Trump, consultado en varias oportunidades por la prensa sobre estos dichos en los últimos días, dijo que no sabía quién era el cómico que había hecho los comentarios y que ni siquiera había escuchado lo que había dicho, criticando además a la campaña de Harris por hacer de ese chiste “un gran problema”.
Además, el magnate elogió al pueblo boricua en una entrevista con el presentador de la cadena Fox Sean Hannity, diciendo que eran ciudadanos que siempre lo saludaban y con quienes tenía una gran relación.
De todas formas, el daño ya estaba hecho. El cantante puertorriqueño Nicky Jam anunció tres días después del mitin de la polémica que ya no apoyaba a Donald Trump de cara a los próximos comicios, mientras que varios músicos de la isla, incluyendo las superestrellas musicales Bad Bunny y Ricky Martin subieron declaraciones y videos a sus cuentas de Instagram criticando los dichos de Hinchcliffe y mostrando su apoyo a Harris.
En un mismo sentido, la actriz y cantante Jennifer Lopez, cuyos padres nacieron en Puerto Rico, encabezó un mitin en el estado de Nevada el pasado jueves 31 de octubre, donde repudió los comentarios del cómico, y al presentar a Harris la describió como la “próxima presidenta de EEUU”.
Para explicar el impacto que este chiste podría tener en los comicios, el portal Bloomberg señaló en una nota sobre la polémica que el voto puertorriqueño se considera especialmente importante en Pensilvania, uno de los siete territorios clave en estas elecciones, al ser un estado en disputa , y el que con 19 tiene más votos electorales.
Según consigna el medio, el Centro de Estudios Puertorriqueños del Hunter College estima que el 3,1% de los votantes en Pensilvania son boricuas, nativos de Puerto Rico o personas de ascendencia puertorriqueña.
Esta cifra representa alrededor de 300.000 potenciales votantes, una cifra no menor en un estado de casi 13 millones de habitantes y en la que tanto las elecciones del 2016 y 2020 los márgenes de victoria, tanto de Trump primero como de Biden después, fue de 44.000 y 80.000 votos, respectivamente, lo que significa que un cambio dramático de intención de voto del bloque puertorriqueño podría hacer una gran diferencia en una contienda tan peleada como la protagonizada por Harris y Trump.
Tomado de Sputnik
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