Para el análisis de cualquier ser humano debe evaluarse, sobre todo, su obra. En el caso de Oscar María de Rojas y Cruzat su vida por la Patria, la pasión por su Cárdenas y el museo, fueron sus mejores obras, por lo cual se le considera como Padre de la Museología Cubana.
Nacido un 16 de octubre de 1865 en la Ciudad de Cárdenas, la ciudad de su ensueño y a la que amó eternamente. Fue fundador, director e impulsor de lo que se reconoce como el segundo museo general de Cuba hasta el día final de sus casi 56 años de existencia física.
Durante su vida, Oscar María de Rojas realizó diferentes viajes al extranjero, el primero a Nueva York, posteriormente a la península ibérica, París y Alemania.
De acuerdo a su sensibilidad visitó museos, monumentos y sitios emblemáticos naturales como las Cataratas del Niágara en América y otros lugares en Europa, todo lo cual contribuyó a su formación y al enriquecimiento de su cultura.
El alzamiento del 24 de febrero de 1895 sacude a la ciudad de Cárdenas en toda su dimensión. Oscar, su padre y hermanos junto con otros patriotas locales convierten su núcleo conspirativo desde 1892 en una Agencia del Partido Revolucionario Cubano. Se logró combinar las actividades de espionaje y el apoyo logístico con las labores de propaganda a favor de la lucha independentista.
Su amor por Cárdenas se devela a su regreso a Cuba por el manifiesto anhelo de escribir una obra que salvaguardase la historia de su terruño y, por toda la entrega; de pensamiento, sudor y sacrificios.

Con el de cursar del tiempo, se fundó el Museo Municipal de Cárdenas en honor a Oscar María de Rojas. Primer inmueble construido en Cuba para atesorar las muestras museables existentes y fungir como biblioteca pública, inaugurado el 19 de marzo de 1900, que debe su nombre en honor a quien fuera su fundador.
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