El físico y astrónomo Galileo Galilei propició la revolución científica que tuvo lugar durante el Renacimiento. Hoy te contamos unas curiosidades sobre él que quizá no conocías.
Galileo Galilei (1564-1642) fue un físico y astrónomo italiano que propició la revolución científica durante la época del Renacimiento. Sus estudios sobre la caída de los cuerpos sentaron las bases sobre las que Newton fundaría la física clásica; la invención del telescopio en el campo de la astronomía, le permitió obtener pruebas a favor del modelo heliocéntrico de Copérnico.
En el campo de la astronomía, Galilei es todo un símbolo: su defensa inamovible de que el Sol era el centro de todo y no la Tierra representó -a pesar de ser acusado de herejía por la Iglesia- un triunfo para la ciencia y la razón del oscurantismo cultural y religioso de la Edad Media.
Estudió medicina por insistencia de su padre pero comenzó a estudiar lo que le gustaba de forma alternativa: matemáticas. Galilei era seguidor de Pitágoras, Platón y Arquímedes y opositor del aristotelismo.
Durante los años que vivió en Padua, para impartir clases de geometría, mecánica y astronomía en su universidad, conoció a Marina Gamba, mujer con la que mantendría una relación amorosa de la que nacieron tres hijos pero con la que nunca se casaría: Virginia, Livia y Vincenzo.
En 1606 construyó el termoscopio, precursor del termómetro.
Fue el fabricante del primer telescopio astronómico que se utilizó para tales fines. El telescopio no deformaba los objetos como los anteriores presentados y gracias a una lente divergente daba la imagen en la orientación correcta. Gracias a él, el considerado padre de la ciencia y padre de la astronomía y la física modernas, observa que la luna no es una esfera perfecta sino que tiene montañas, una prueba indiscutible para desmontar la teoría aristotélica que dividía este mundo en dos. El perfeccionamiento del instrumento le llevaría a descubrir la constelación de Orión, los cúmulos de estrellas, las fases de Venus o las manchas solares.
Uno de sus descubrimientos más significativos fue su observación de la superficie de la Luna. Se dio cuenta de que la Luna no era una esfera perfecta y lisa, como se creía anteriormente, sino que tenía montañas, valles y cráteres. Estos hallazgos fueron publicados en su obra “Sidereus Nuncius” (Mensajero sideral) en 1610 y que representa una de las obras más importantes del Renacimiento.
Tras retomar la teoría de Nicolás Copérnico que afirmaba que la Tierra giraba alrededor del Sol y no al revés, la iglesia le solicitó que no defendiera esta idea de que la Tierra se movía o sería acusado de hereje. No cejó en su empeño y siguió exponiendo públicamente sus tesis. Finalmente la Iglesia entró en escena.
A pesar de que la Inquisición abandono la falsa opinión de que el Sol es el centro (del Universo) y está inmóvil. Abjuro, maldigo y detesto dichos errores”, cuando se puso de pie tras este alegato impuesto, musitó: “E pur si muove” (Y sin embargo (la Tierra) se mueve (alrededor del Sol).
La visión de Galileo se fue deteriorando poco a poco, hasta la ceguera, debido probablemente a sus observaciones astronómicas. Lejos de ser un impedimento para su trabajo, contrató a un aprendiz para que le ayudara tanto a realizar sus experimentos como a tomar nota de los mismos.
Galilei fue condenado a arresto domiciliario de por vida, hasta el día de su muerte, el 8 de enero de 1642.
Tomado de uy Interesante
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