Hay hombres cuya excelente estrella les prodiga ingenio y sensibilidad a raudales y ese es el caso del cantautor cubano Raúl Torres.
Con títulos de excepcional poesía, como “Se fue”, la trayectoria musical de este bayamés de 52 años de edad lo acredita entre lo más selecto del pentagrama de la isla y siempre es buen momento para escuchar sus interpretaciones.
De ahí que resulta oportunidad única el concierto de Raúl Torres el viernes 30 de agosto, a las 4 de la tarde, en la instalación Fresa y chocolate, en ICAIC: Segundo piso otra vez.
La cita mensual, dedicada a enaltecer la presencia del arte sonoro en la filmografía criolla, se privilegia con los acordes del reconocido cantante y compositor, quien mostrará al público sus temas antológicos, así como los de más reciente creación.
El amor, la ternura, la patria, los héroes, encuentran en la guitarra del anfitrión del gustado espacio un instrumento capaz de entregar los sonidos más sublimes para cada verso electrizante del artífice de “Candil de nieve”.
Desde su debut a fines de los años 80, Raúl Torres ha sembrado en la memoria popular de varias generaciones un manojo de cantos devenidos himnos para enamorados, otros son leyendas que marcan momentos trascendentales de la historia.
Ha sido muy certero el proyecto ICAIC: Segundo piso otra vez en cada propuesta mensual desde su apertura a inicios del presente año, con motivo del aniversario 65 del nacimiento de esa institución de la cinematografía revolucionaria y el concierto de este agosto lo confirma.
Figuras noveles y algunas menos promovidas han propiciado el hábito de una reunión obligatoria junto a la canción cubana contemporánea todos los cuartos viernes, a las 4 de la tarde, en Fresa y chocolate, en calle 23 entre 10 y 12, en el Vedado habanero, que guarda ahora los aplausos para el trovador Raúl Torres.
Tomado de RHC
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