España, cuyo reconocimiento de la soberanía palestina molestó a autoridades del régimen de Israel, ahora, se une al caso de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, mantuvo una reunión en Madrid con el primer ministro palestino, Mohammad Mustafa, y destacados representantes de varios países de Asia Occidental, tras el significativo paso.
Mustafa expresó su gratitud en nombre del presidente Mahmud Abás, el gobierno de Palestina y su pueblo, acogiendo con satisfacción el reconocimiento de España del Estado palestino.
Además, señaló que este gesto refuerza la determinación de los palestinos en su lucha por una paz justa y duradera.
Además de España, Irlanda, Noruega y Eslovenia también han reconocido la soberanía palestina.
El canciller de Israel, Israel Katz, expresó su furia hacia España a través de la red social X, declarando: “HAMAS te agradece por tu servicio”.
Incluso, calificó de antisemita a la vicepresidenta del Gobierno español, Yolanda Díaz, luego de que ella cerrara un discurso con el lema propalestino “Del río al mar”.
Este lema, común en manifestaciones a favor de Palestina, hace referencia a las fronteras del mandato británico de Palestina antes de la creación de facto Israel en 1948.
En medio de este intercambio de críticas, las relaciones diplomáticas entre Israel y España han alcanzado su punto más bajo en meses, con ambas partes llamando a sus embajadores, mientras continúa la guerra genocida israelí en la asediada Franja de Gaza.
Ante la entereza de España, Israel tomó represalias ordenando al consulado español en Al-Quds (Jerusalén) detener sus servicios a loa palestinos en la Cisjordania ocupada como medida punitiva.
Esta acción amenaza con intensificar las tensiones, especialmente después de que España anunciara su unión al caso de genocidio en Gaza, presentado por Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia, en respuesta a las acciones de Israel en el enclave costero.
España, con una larga historia de apoyo a los derechos palestinos, lideró el movimiento hacia el reconocimiento con la esperanza de promover la paz y una solución de dos estados. Sánchez afirmó que esta decisión histórica tiene como único objetivo ayudar tanto a israelíes como a palestinos a alcanzar la paz.
Se señala que la presión ejercida por el partido de extrema izquierda Sumar, socio menor en el Gobierno de coalición español, influyó en la decisión de Sánchez. Igualmente, se informa que España planea organizar una conferencia de paz internacional en Madrid, buscando fomentar el diálogo y la resolución pacífica de conflictos.
El impacto inmediato en las relaciones entre España e Israel es evidente, pero a largo plazo, las consecuencias no están completamente claras. Es probable que Israel se oponga a la participación de España en futuras negociaciones de paz con los palestinos, aunque esto dependerá del gabinete israelí de turno.
Los observadores consideran que el reconocimiento unilateral del Estado palestino representa la culminación de décadas de política interpartidista en España. Desde la muerte del dictador Francisco Franco en 1975, todos los gobiernos españoles, independientemente de su afiliación política, han respaldado el derecho de Palestina a tener un estado propio.
Fuera del ámbito político, la opinión pública en España parece estar a favor del reconocimiento de Palestina. Una encuesta del Real Instituto Elcano reveló que el 78 % de los españoles apoya este reconocimiento, mientras que el 18 % se opone y el 4 % no tiene una opinión formada al respecto.
Entre la pequeña comunidad judía en España, estimada en alrededor de 50 000 personas, algunos afirman que el ambiente ha empeorado desde el 7 de octubre. El asalto de Israel a Gaza desde entonces, su guerra más mortífera en el enclave sitiado, ha cobrado la vida de más de 36 500 palestinos hasta la fecha, según datos oficiales de salud.
Ruth Timón, una abogada judía de 57 años en Madrid, evita discusiones sobre Gaza para evitar conflictos. Ella cree que la decisión de Sánchez de reconocer a Palestina fue influenciada por factores políticos internos.
El Gobierno de coalición de izquierda en España depende de partidos regionales más pequeños para obtener una mayoría, pero ha enfrentado dificultades para aprobar el presupuesto de este año y otras leyes.
Ruth Timón cree que Sánchez está focalizando su atención en Palestina y Ucrania antes de las elecciones europeas, con la esperanza de obtener apoyo para su partido Socialista.
Tomado de HispanTV
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