Algunos animales, como los gatos, pueden retener información a corto plazo durante diez minutos.
El ser humano es una de las especies con mayor capacidad de memoria. Nuestra habilidad para recordar nos distingue del resto de animales. Sin embargo, aunque podemos almacenar información a corto y largo plazo y retenerla en nuestro subconsciente, en ocasiones también olvidamos dónde hemos dejado las llaves de casa o el nombre de la calle en el que hemos aparcado el coche.
Por este motivo, numerosos estudios científicos señalan que esta habilidad no es exclusiva del ser humano, ya que existen animales con una memoria similar a la nuestra que son capaces de recordar a sus seres queridos durante años, aunque no hayan tenido contacto. De hecho, algunas especies también poseen una memoria a corto plazo mejor que la nuestra –como los gatos– por lo que no nos diferenciamos tanto de ellos.
Otros animales, en cambio, procesan la información de manera distinta al ser humano, ya que no cuentan con una memoria episódica –que es la que permite retener la información– sino asociativa. Pese a ello, son capaces de recordar y asimilar ciertos conceptos y acciones. Además, el cerebro de algunos animales está preparado para reconocer datos de importancia de otras especies. Gracias a los rastros de orina, el elefante puede reconocer la dirección hacia la que se dirige otro elefante o si goza de buena salud, aunque este no pertenezca a su grupo.
Igualmente, algunas especies aprenden por observación. Los gatos memorizan a través de este método, viendo cazar a sus madres, lavarse o alimentarse. Por este motivo, recuerdan rápidamente algunas de tus acciones, como la forma de abrir el mueble de la cocina o la manera de cerrar una puerta.
Otros animales, como el pulpo, tienen dos memorias en lugar de una. Estas se encuentran conectadas entre sí aunque separadas. Además, poseen desde 100 hasta 500 células cerebrales, lo que les convierte en uno de los invertebrados con más memoria e inteligencia. Si quieres conocer cuáles son los animales con mayor capacidad de memoria, o si aquello de ‘memoria de pez’ y ‘de elefante’ es un mito, no te pierdas la siguiente galería.
En el número diez, el pez
Siempre se ha asociado tener ‘memoria de pez’ a algo negativo. Sin embargo, la Universidad McEwan investigó a los cíclidos africanos y demostró que estos animales poseen comportamientos complejos. Además, durante el experimento, estos peces fueron capaces de recordar la zona exacta del acuario en el que habían recibido su premio, pese a llevar doce días de descanso.
Puesto nueve para el perro
Pese a lo que se piensa, los perros poseen memoria a corto plazo. Sin embargo, estos animales funcionan a través de la ‘memoria asociativa’, con la que aprenden normas y órdenes básicas que relacionan a palabras o acciones. Además, son capaces de recordarnos por el sonido de nuestra voz o por el olor de nuestro cuerpo.
En octava posición, la abeja
Las abejas son capaces de orientarse en entornos complejos y reconocer la ruta hacia su colmena. Además, aprenden y memorizan rápidamente el color y olor de las flores que le proporcionan néctar o polen.
Séptimo en la lista, el pájaro cascanueces
Este pájaro tiene una memoria espacial muy desarrollada, ya que son capaces de recordar la ubicación exacta de alrededor de 30.000 nueces. Esto le permite localizar aquellos árboles donde se encuentra su alimento. Además, a diferencia de los seres humanos, su memoria no empeora con el paso de los años.
En el número seis, el gato
Los gatos poseen una gran capacidad memorística a corto plazo. La memoria a corto plazo del ser humano tiene una duración de 30 segundos como mucho, motivo por el que a veces no recordamos dónde hemos puesto el móvil. Sin embargo, los gatos pueden retener información a corto plazo durante al menos diez minutos, sin importar las distracciones que puedan encontrar en su camino.
Quinto puesto para el pulpo
El pulpo es un ser invertebrado que cuenta con dos memorias, una a corto plazo y otra a largo plazo. La diferencia entre el pulpo y el ser humano es que ambas memorias de esta especie están conectadas entre sí. Por esta razón, en momentos de supervivencia pueden mejorar la memoria a largo plazo, ya que esta controla la velocidad de lo que se recuerda.
El león marino, en cuarta posición
Este animal posee una gran capacidad de retención. La Universidad de California demostró que Río, una leona marina, era capaz de recordar un juego que le habían enseñado diez años antes. Una década después, este animal fue capaz de identificar los números y letras pese a que no habían vuelto a realizar este juego.
El chimpancé, el tercero con más memoria
Los chimpancés poseen una excelente memoria fotográfica. Según un estudio llevado a cabo por la Universidad de Kioto, estos animales pueden recordar imágenes aunque únicamente las hayan visto unos cuantos segundos. Además, su capacidad para retener información no varía, aunque disminuya el tiempo en el que observan la imagen.
Segundo puesto para la ‘memoria de elefante’
El cerebro de los elefantes es uno de los más grandes de los mamíferos. Esta especie tiene la capacidad de guiarse por el olfato y construir mapas mentales para no perder la pista a miembros de su manada. Además, según la Universidad de San Andrew, esta especie puede identificar gracias a los rastros de orina de qué elefante se trata y la dirección en la que va.
El delfín, el animal con más memoria de todos
Según un estudio publicado por la Universidad de Chicago en 2013, los delfines son capaces de reconocer el silbido de un antiguo compañero incluso veinte años después, como fue el caso dos delfines hembra llamadas Bailey y Allie. Ambas vivieron juntas durante sus primeros años de vida y se reconocieron instantáneamente tras 20 años sin verse.
Tomado de Muyinteresante
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