Madrid, La tranquilidad de los deberes hechos en LaLiga y una plantilla recuperada, mejoran hoy las expectativas del Real Madrid en la Champions League de fútbol ante el Bayern de Múnich.
Intensas jornadas en los últimos 10 días pusieron a prueba al equipo, que logró in extremis dejar en el camino al poderoso Manchester City en tanda de penales, se impuso en el Clásico al Barcelona y con suplentes batió a la Real Sociedad.
Pone rumbo hacia Alemania, donde enfrentará este martes en semifinales de la Liga de Campeones de Europa al coloso bávaro del Bayern de Munich, en el partido de ida con pronósticos reservados.
Aunque los merengues tienen virtualmente ganado el torneo español y los germanos se irán en blanco a nivel nacional, en instancias de semifinales de Champions es razonable pensar en un borrón y cuenta nueva.
La escuadra que dirige Carlo Ancelotti navegó en aguas turbulentas en la temporada después de la salida del goleador francés Karim Benzema, dos lesiones graves del guardameta belga Thibaut Courtois y el central brasileño Eder Militao, y otra a mitad de campaña del también zaguero austriaco David Alaba.
El liderazgo en la primera parte lo asumió, para sorpresa de todos, el volante ofensivo inglés de apenas 20 años Jude Bellingham, asumiendo galones de Pichichi de LaLiga en un tramo de la liza.
Ancelotti se las arregló para que el conjunto no perdiera la inspiración y el retorno del brasileño Vinicius Junior tras una lesión, el impacto del revulsivo Brahim Díaz y el reencuentro con el gol de Rodrygo Goes, otro canarinho, estabilizó al club.
Luego, el ucraniano Andriy Lunin venció en el pulseo a Kepa Arrizabalaga para quedarse de titular en la portería. Fue crucial en los penales contra el City. Y por último, el alemán Antonio Rudiger se consolidó como gran bastión de la defensa, alternando con Nacho Fernández y el francés Aureliene Tchouameni.
Para redondear, el germano Toni Kroos, especialmente, y el croata Luka Modric, reverdecieron laureles, y el incombustible uruguayo Fede Valverde fue el pulmón de la defensa y el ataque.
De todo esto y más, es consciente el entrenador del Bayern de Munich, Thomas Tuchel. Conoce muy bien a la “casa blanca”, de las prestaciones ofensivas de laterales como Dani Carvajal y Lucas Vázquez, y del espíritu batallador del Madrid.
Empero, no le faltan piezas de calidad para resistir y buscar el triunfo, algo que sin dudas cambiaría la imagen del elenco bávaro, aun cuando Tuchel termina contrato en el verano.
En la línea ofensiva, hay jugadores que inspiran respeto, como el coloso inglés Harry Kane, el ascendente Jamal Musiala y el veterano Thomas Muller.
Pueden aparecer también acechando el área rival figuras como el polivalente Joshua Kimmich, Leon Goretzka o Serge Gnabry.
En defensa, con el arco defendido por el estelar Manuel Neuer, están las dudas en la aplicación del canadiense Alphonso Davies, el neerlandés Matthijs de Ligt y el sudcoreano Kim Min-jae.
Tomado de PL
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