La XVI Cumbre de los BRICS que se realizó en Kazán, Rusia, del 22 al 24 de octubre, fue una muestra de que Moscú no está aislada y que el grupo avanza y se afianza cada vez más como una alternativa frente a la hegemonía de Occidente, consideran expertos consultados por Sputnik.
“Rusia echó por la borda el mito del aislamiento de la comunidad internacional, ya que ésta respondió al llamado [de Moscú] en Kazán. Además, el crear una organización donde no mande solo uno y todo se decida por consenso, marca la diferencia”, reflexiona el profesor de Relaciones Internacionales y miembro del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología de México (Conahcyt), Jesús López Almejo.
En este tenor, el internacionalista por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Daniel Muñoz, expresa que el evento fue una muestra de la reorganización mundial que se vive en la actualidad.
“Se están reconfigurando las fuerzas económicas y políticas en el mundo pero, sobre todo, hay una perspectiva de generar polos de poder que rompan con la hegemonía y el unilateralismo occidental”, comenta.
En el evento, que fue encabezado por Rusia, ya que le corresponde este año la presidencia rotatoria de la asociación, el mandatario Vladímir Putin tuvo reuniones bilaterales con la mayor parte de sus pares de los países fundadores de los BRICS, salvo con Luiz Inacio Lula da Silva, de Brasil, quien tuvo que reunirse por videoconferencia debido a una lesión en la cabeza que le impidió volar a Kazán.
Asimismo, Putin habló con sus homólogos de Irán, Venezuela, Turquía, así como con el primer ministro de Etiopía.
En total, en esta edición del encuentro de los BRICS participaron jefes de Estado y de Gobierno, así como representantes de alto nivel de los 10 países miembros de la agrupación y de otros 26 Estados.
Más países se interesan en los BRICS
Una de las particularidades de la XVI Cumbre de los BRICS fue que, por primera vez, participaron los integrantes que fueron admitidos en 2023. Pero aún hay otras naciones que están interesadas en asociarse o en trabajar en conjunto con esta agrupación, como Vietnam, Turquía y Venezuela.
En el primer caso, Putin señaló durante el evento que apoya el acercamiento de Hanói a los BRICS y celebró el lazo bilateral entre Rusia y esta nación en aspectos como el sector energético, la producción industrial, agroindustria y la educación.
Sobre Ankara y los BRICS, esto se conocía desde septiembre de este año, cuando el asesor presidencial ruso, Yuri Ushakov, informó que Turquía solicitó su participación plena en los BRICS. Ante ello, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, destacó que la asociación no prohíbe a sus miembros sostener vínculos con otros proyectos, esto porque la nación gobernada por Recep Tayyip Erdogan, es integrante de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y candidata a la adhesión a la Unión Europea.
En este sentido, la coordinadora del módulo del Sudeste Asiático del Diplomado en Estudios sobre Asia del Programa Universitario de Estudios sobre Asia y África (PUEAA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Natalia Rivera, indica para este medio que Turquía ya tiene un ligero acercamiento con los BRICS gracias al MIKTA, esfuerzo de varios países con temas y problemáticas en común.
Pero “Ankara está muy interesada [en el grupo] porque le posicionaría como un actor regional importante en la zona de Medio Oriente, ya que también tiene un pie en Europa. Considero que ya cuenta con el protagonismo y su ingreso podría darse pronto”, observa.
Igualmente, Muñoz estima que la adhesión de Turquía puede ser vital para aspectos como el económico, así como una afrenta a las barreras que Occidente le ha puesto a países como ese.
“Lo interesante es que [Ankara] y naciones que, a lo mejor, durante décadas han sido menoscabadas, y hasta utilizadas, por Occidente en la política internacional, al final se están aliando a los BRICS. El mundo necesita contrapesos y que la toma de decisiones no siempre recaiga en los mismos actores“, puntualiza.
Acerca de Venezuela, el mandatario ruso abrió la puerta a que, si todos los miembros de la agrupación dan visto bueno al país gobernado por Nicolás Maduro, este puede ser parte de su asociación.
No obstante, los expertos consultados por Sputnik hacen énfasis en que, lo ideal, es que los BRICS agreguen paulatinamente a nuevos miembros, con el fin de que se acoplen y sumen esfuerzos los integrantes actuales, para evitar caer en diatribas como el Consejo de Seguridad de la ONU.
“Esta es la era de la multipolaridad y, a pesar de los claroscuros que se pudiesen suscitar, estamos viendo que ya un solo país [EEUU] no puede hacer todo, por grande y millonario que sea”, expresa López Almejo.
Rusia asumió el 1 de enero de este año la presidencia rotatoria de los BRICS para 2024, año que empezó con la admisión de nuevos miembros. Además de Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica, en el grupo ingresaron Egipto, Etiopía, Irán y Emiratos Árabes Unidos en 2024. De esta manera, la asociación representa actualmente a casi la mitad de la población mundial, el 40% de la producción global de petróleo y alrededor del 25% de la exportación de bienes.
Economía y búsqueda de la paz
Los especialistas exponen que uno de los ejes fundamentales en el encuentro de los BRICS fueron las tareas versadas sobre la economía. Sobre ello, la maestra en estudios de paz y resolución de conflictos por la Universidad de Uppsala, Suecia, María Cristina Rosas, declara que la asociación tiene una gran oportunidad de consolidarse como un garante en el mundo financiero, debido a la ineficiencia de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Actualmente, el FMI y el Banco Mundial son criticados, entre varias cosas, por ser instituciones que no se reforman ni coadyuvan a enfrentar los grandes desafíos globales. Esto beneficia a los BRICS, quienes pueden impulsar su Nuevo Banco de Desarrollo como una opción de inversiones, especialmente porque cuenta con naciones como China”, acota.
En esta misma línea, Rivera destaca el acercamiento que el grupo ha tenido con países africanos y, para muestra, están la participación de Sudáfrica en la organización y en la II Cumbre Rusia-África, realizada en julio de 2023.
“Rusia y China han respaldado a los países africanos en términos de de cooperación internacional, comercio e inversiones. De esta manera, también Moscú y Pekín obtienen energéticos o minerales. [Los involucrados] son socios muy importantes, por lo que [las naciones asiáticas] han buscado el respaldo de los Estados africanos”, señala.
Otro aspecto medular en la cumbre fue hablar sobre la operación militar especial de Rusia en Ucrania, así como la pugna en la Franja de Gaza. Sobre ello, tanto López Almejo como Muñoz Torres coinciden en que la postura de Putin mostrada en el evento fue relevante ante estos tópicos coyunturales.
“Putin, al fin y al cabo, apuesta por el fin del conflicto, pero donde todos los involucrados occidentales entiendan que Kiev [y sus aliados] violan normas del derecho internacional. Asimismo, el posicionamiento sobre Medio Oriente es primordial, sobre todo cuando Occidente ha sido muy reacio para criticar a Israel públicamente”, expresa Muñoz Torres, quien también es jefe de la licenciatura de relaciones internacionales en la Facultad de Estudios Superiores Aragón de la UNAM.
Occidente y lo que no se debe olvidar
A pesar de los temas de la agenda en la XVI Cumbre de los BRICS, hay algunos otros que deben mantenerse en la mira por parte de sus integrantes a mediano y largo plazo, afirma Rosas.
En este listado, aparecen las elecciones presidenciales en Estados Unidos, a disputarse el 5 de noviembre de este año, la guerra comercial que Washington sostiene con China, y las tensiones que podrían surgir entre los integrantes del grupo.
“Es muy interesante ver si los BRICS pueden ser un mecanismo de solución de controversias” conforme avanzan sus labores, precisa.
No obstante, acerca de EEUU, la también doctora en relaciones internacionales por la UNAM comenta que, en este instante, está fuera del tablero para reaccionar sobre la cumbre de Kazán, debido a los problemas que enfrenta por sus comicios generales y la falta de acciones por aparte del presidente Joe Biden a nivel nacional.
“Vemos una debilidad y un vacío de poder tremendo en Estados Unidos, por lo que Washington no está en condiciones de responder al desafío que le representan los BRICS (…). Esto ha generado que todos estemos en ascuas sobre el resultado del proceso electoral en ese país”, destaca.
Tomado de Sputnik
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