El Mural “De América soy hijo y a ella me debo” quedó inaugurado en la Plaza Bolívar, al centro de Caracas, como una muestra de los eternos lazos de amistad entrañable que unen a Cuba y Venezuela.
Diseñada muy próxima al mismo lugar donde José Martí acudió a rendir tributo al Libertador en 1881 cuando llegó a esta urbe, nace la obra, a cargo de Abdusalán Terán Tasé, artista cubano radicado en el país hermano, quien ha dejado en su quehacer otras creaciones de las artes plásticas en tierra bolivariana.
Esta vez se interesó en este espacio de dos metros de alto por ocho de ancho, por reflejar símbolos históricos, geográficos, arquitectónicos, entre otros, que evocan la unidad de dos tierras amadas.
“Fuimos a buscar en la historia que hermana a Cuba y Venezuela, incluso desde antes de la colonia, los indígenas kariñas poblaban ese lugar que hoy conocemos como el Estado Sucre, luego se extendieron a las islas del Caribe y llegaron a Cuba, y fueron entonces, los taínos de las Antillas Mayores, somos de la misma sangre”, señaló.
Más adelante, explicó “de tal suerte, pensamos en una propuesta artística que nos llevara a mezclar ambas idiosincrasias, culturas, ir a los símbolos con los cuales el pueblo se siente identificado, por ejemplo, la arquitectura, lugares comunes, el Arco de la Federación de Caracas, la Heladería Coppelia de la Habana, el Hotel Nacional de Cuba, el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela, único lugar donde Fidel habló dos veces aquí, también hay tres templos, la Catedral, la Mezquita y la Sinagoga de Caracas, Martí decía que Venezuela era la Jerusalén de Suramérica, nos enfocamos en ver a Venezuela como el punto de partida que desemboca en un gran arco de triunfo que enseñorea el mural desde el centro de la pieza, diciendo que aquí en Caracas nació el pensamiento nacional, patriótico nuestroamericano, de aquí bebió Martí en las ideas de Bolívar, Simón Rodríguez, Sucre, Miranda, San Martín y a partir de ahí se ramifica el pensamiento que llegó a la actualidad gracias a la Revolución Cubana”.
La actividad fue presidida por Alexander Nebreda, Secretario General de Gobierno de Caracas, el Embajador de Cuba en Venezuela, Excmo. Señor Dagoberto Rodríguez, y contó además con la presencia, como invitados. de representantes del Cuerpo Diplomático acreditado en este país, así como representantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), y del Movimiento de Amistad y solidaridad mutua.
Precisamente Nebreda llamó a la solidaridad con las causas justas del mundo y se refirió a la trascendencia y significado de esta obra.
“Estar aquí es una manera de expresar el palpitar de dos pueblos, con una ruta trazada hace tiempo, nuestros Comandantes Fidel y Chávez lograron retomar el pensamiento martiano y este mural lleva una frase símbolo “De América soy hijo y a ella me debo”, por eso Martí está en el pensamiento de la Patria grande como discípulo de Bolívar, como él nos enseñó, amor con amor se paga”, insistió.
En otra parte de su intervención enfatizó “¿Cómo no agradecer las misiones sociales, a favor de la cultura, el deporte, la recreación, la salud, cuando inició Barrio Adentro con la llegada de los médicos cubanos y cubanas que se unieron a nosotros a salvar vidas?, Fidel siempre estuvo pendiente de Chávez, a quien le dio el título de el mejor amigo de Cuba, y todos estos vínculos han fortalecido nuestra integración, ¿Cómo no agradecer, Cuba, tus servicios a esta tierra?, se preguntó emocionado.
Por su parte el diplomático cubano recordó que a este mismo lugar acudió Martí a reverenciar al Libertador a su llegada a un país que amó como un hijo. Ahora, en este Paseo de la amistad y la solidaridad hay un mural con símbolos de ambas patrias, un lugar de obligada visita para los que pasen por el centro de esta hermosa ciudad, declaró.
Una historia que une ambos pueblos, de amistad, de solidaridad, por eso queremos que el caminante cuando llegue a esta plaza pueda admirar esa relación hermosa, o que el transeúnte que venga a estos parajes pueda apreciar esa amistad, un mural que recuerda los vínculos indestructibles entre dos naciones hermanas, historia que creció en tiempos recientes, con el abrazo entre Fidel y Chávez en diciembre de 1994 en La Habana, como síntesis de esa comunión histórica entre nuestros pueblos.
Y finalmente sentenció el diplomático: “Este mural es un reconocimiento y homenaje a cubanos y venezolanos que han contribuido a que esta historia siga creciendo, es un lugar de obligada visita, un tributo a Chávez, a Fidel, a Bolívar y Martí, a todos los que hacen que esta ciudad sea más hermosa y bella, deseamos que esta hermandad siga fortaleciéndose”.
Rubén Rodríguez, Presidente de la Sociedad Cultural José Martí en su Capítulo-Venezuela hizo un esbozo histórico de los lazos que marcan la relación entre las tierras de Martí y Bolívar, Chávez y Fidel, y consideró que el mural es y será siempre una obra colectiva.
“Del ajiaco criollo , del joropo, del Avemaría por Cuba, de ser hermanos de la espuma, de las garzas, de las rosas, viene esta obra junto a los árboles altos y olorosos de la gran plaza, esta es una obra del cubano-venezolano Abdusalán Terán Tasé pero es una obra colectiva parida por los que vienen, se detienen, sugieren lugares distintos, hay obras reconocibles de esta ciudad de Caracas, de La Guaira y de la Habana, nos sorprenden los transeúntes que nombran la arquitectura que aparece dibujada”, puntualizó.
Explicó que la plasticidad de la obra fue una preocupación constante del autor, por eso los colores vivos, contrastantes, las intensidades, el juego de los planos, las superposiciones que complacen al que pasa, y luego lo hace profundizar, por eso aparecen templos, mezquitas y catedrales “no sólo en su expresión religiosa, sino también como mosaico social, expresión del carácter de los venezolanos, benévolos y altruistas a la hora de acoger visitantes refugiados, emprendedores y desposeídos que llegan a Venezuela a protegerse, a engrandecerse y engrandecer, el Waraira Repano y la Sierra Maestra dominan el paisaje y si falta allí el Bolívar generoso para la Sierra Maestra, es porque sabemos que en el alma venezolana nunca se olvida, como no olvidamos los cubanos la generosidad de los hijos de Bolívar en esta tierra a la que los que médicos y colaboradores cubanos han pedido martianamente un puesto en la milicia de la paz”, concluyó emocionado.
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