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De piratas y juglares, Meilim Batista pausa su actuación para adultos

Publicación: 16 Dic, 2025

Hay silencios que pesan más que cualquier ovación. Y en el mundo de las tablas, la noticia de que Meilim Batista, pilar indiscutible de la narración oral, se despide de las obras para adultos, es uno de esos silencios profundos.
No es un adiós trivial; es un acto de dignidad y un acto de amor propio frente a los desafíos que impone la salud, un gesto de respeto a un cuerpo que, aunque valiente, pide un merecido reposo.
Su última ofrenda, «Piratas y Juglares», presentada junto al siempre talentoso Armando Medina, fue más que una obra: fue un testamento.
En ella, Meilim volvió a alzar la bandera de la pineridad y, sobre todo, ese caudal de energía que ella siempre ha venerado y al que dedicó una parte fundamental de su alma artística.
Meilim Batista nunca es una actriz, narradora, una artesana del espíritu. Con su voz, construyó mundos enteros sobre escenarios desnudos. Su versatilidad es una firma, capaz de transitar del drama profundo a la sonrisa más pícara en un solo aliento.


Su amor por la cultura es la arteria que bombea vida a su arte, evidente en su rol como directora del proyecto Camarcó Teatro, que fundó y con el que ha enriquecido las artes escénicas de la Isla.
A lo largo de sus más de 25 años de trayectoria artística, ha sido merecedora de merecidísimos reconocimientos otorgados por instancias como Cultura, las Artes Escénicas y el Gobierno, destacando su perseverante y excelente labor en comunidades y diversos escenarios.


Pero su mayor galardón, la joya de su corona, fue siempre la alegría y la presencia de los niños para quienes trabaja desde un amor genuino, convirtiendo su arte en una herramienta de formación de valores e identidad.
Este momento es agridulce. Nos duele saber que esa potencia escénica se aquietará en las noches adultas, pero nos reconforta saber que su partida está cimentada en la sabiduría y el autocuidado. Cada aplauso que recibió fue una semilla; cada lágrima compartida, un compromiso.


Meilim Batista deja un vacío físico en el escenario, sí, pero nos deja un mapa completo para seguir. Deja el ejemplo de que el arte más puro es aquel que se da sin reservas.
Su voz, ahora será un consejo sabio que seguirá resonando en cada joven y en cada proyecto que tome una palabra para convertirla en magia, un compromiso.
Meilim Batista deja un vacío físico en el escenario, sí, pero nos deja un mapa completo para seguir. Deja el ejemplo de que el arte más puro es aquel que se da sin reservas.
Su voz, ahora será un consejo sabio que seguirá resonando en cada joven y en cada proyecto que tome una palabra para convertirla en magia.

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