Los lagos son mucho más que cuerpos de agua dulce. Son pulmones silenciosos, refugios de biodiversidad, y espejos donde se reflejan las culturas que los rodean. En este día, el mundo se detiene a mirar sus lagos con respeto, con urgencia, con amor.
En la Isla, donde cada charca, laguna o nacimiento tiene nombre propio y leyenda local, este día puede ser una invitación a redescubrir lo que el agua ha sostenido: los juegos infantiles, los rituales comunitarios, los silencios que curan. ¿Qué pasaría si los cuidáramos como se cuida un archivo vivo?
El cambio climático, la contaminación y el olvido amenazan estos ecosistemas. Pero también hay manos jóvenes, proyectos comunitarios y narrativas que los defienden. Porque proteger un lago es proteger la vida que lo habita y la memoria que lo rodea.
En el Día Mundial de los Lagos, bajo el lema “Proteger los lagos hoy para una vida sostenible mañana”, reafirmamos nuestro compromiso con la gestión ética de los ecosistemas acuáticos.
Proteger los lagos hoy para una vida sostenible mañana” no es solo un lema: es una promesa intergeneracional. Los lagos son fuentes de agua potable, hábitats de biodiversidad y espacios de recreación y cultura. Pero también son vulnerables: al uso excesivo, a la contaminación, al cambio climático.
Hoy, 27 de agosto, celebremos los lagos como territorios de encuentro entre la naturaleza y la cultura. Que cada gota cuente. Que cada orilla inspire.
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