Londres, La polaca Iga Swiatek conquistó hoy su primer Wimbledon con una victoria aplastante sobre la estadounidense Amanda Anisimova, con doble parcial de 6-0 sobre el césped de la mítica pista central del All England Club.
En una final que parecía escrita por el destino, Swiatek no solo alzó el trofeo más antiguo del tenis, sino que lo hizo como una emperatriz del juego moderno: sin fisuras, sin temblores, con hambre de eternidad. Fue su sexto título de Grand Slam —y el primero sobre hierba— ese terreno que le fue esquivo por años y que hoy conquistó como si lo hubiera hecho desde niña.
La polaca tuvo 72 por ciento de efectividad con su primer servicio y convirtió seis de nueve oportunidades de quiebre, silenciando cualquier intento de rebelión por parte de una valiente Anisimova, que debutaba en finales grandes. Swiatek, que ya reinó cuatro veces en el Roland Garros y una en el US Open, dominó desde el primer peloteo con una mezcla de agresividad quirúrgica y frialdad táctica. El 6-0 inicial fue una declaración de guerra y en el segundo la polaca continuó con su plan aniquilador para dejar sin aliento a su rival.
La hierba londinense, antes ajena, se inclinó ante su talento. La exnúmero uno mundial hizo historia. Con esta victoria, ya suma 23 títulos individuales y se convierte en la primera tenista polaca en ganar los tres Grand Slams más importantes del circuito. A los 24 años, la heredera de Navratilova y Graf en elegancia, potencia y constancia, ha alcanzado la plenitud.
Tomado de PL
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