En la noche del 8 de julio, cuando Rusia celebraba el Día de la Familia, el Amor y la Fidelidad, «los nacionalistas ucranianos, con una inhumanidad que no conoce límites, realizaron dos ataques selectivos con drones en la playa de la ciudad de Kursk», aclaró la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova.
«Expresamos nuestras sinceras condolencias a las familias y amigos de los afectados y a todos los que sufrieron en estos despiadados ataques terroristas contra la población civil de nuestro país», lamentó la vocera.
Zajárova instó a la comunidad internacional para que condenara enérgicamente las acciones de Kiev.
«Hacemos un llamado a la parte sensata de la comunidad internacional, que aún puede, a pesar de la censura impuesta por Occidente y Bánkovaya [la calle donde se encuentra la oficina presidencial ucraniana], ver la verdadera magnitud de las atrocidades cometidas por el régimen ucraniano, a que condene firmemente estos crímenes sangrientos«, expresó.
Además, señaló que los patrocinadores occidentales que suministran armas a Ucrania deberían darse cuenta de que también son directamente responsables del terror contra la población civil rusa.
Anteriormente, como resultado de un ataque ucraniano contra un hospital en la ciudad de Rilsk, ubicada en la región rusa de Kursk, fronteriza con Ucrania, dos personas resultaron heridas. Otro ataque, perpetrado contra una playa urbana en Kursk dejó tres fallecidos y 10 heridos, según los últimos datos de los servicios de emergencia.
Tomado de Sputnik
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