Cuba enfrenta una situación energética compleja que se ha agudizado en los últimos años debido a múltiples factores, entre ellos el deterioro de la infraestructura eléctrica, la escasez de combustible y las limitaciones tecnológicas para mantener una generación estable.
Esta realidad provoca afectaciones frecuentes en el servicio eléctrico, lo que impacta directamente en la calidad de vida de la población y en el funcionamiento de sectores estratégicos. En este contexto, el ahorro energético se convierte en una herramienta imprescindible para mitigar los efectos de la crisis y garantizar el uso racional de los recursos disponibles.
Particularmente en la Isla de la Juventud, la situación es aún más crítica. Actualmente, la disponibilidad energética se encuentra alrededor de los 18 mega watts, mientras que la demanda supera los 22 mega watts, lo que genera un déficit significativo.
Esta diferencia se debe a la rotura de varias máquinas generadoras, lo que ha obligado a aplicar medidas de restricción y reorganización del servicio. Ante este panorama, el ahorro energético no solo es necesario, sino urgente. Cada acción que contribuya a reducir el consumo, desde apagar luces innecesarias hasta limitar el uso de equipos de alto consumo en horario pico puede ayudar a equilibrar la carga y evitar apagones prolongados.
Además, el próximo 2 de noviembre se realizará el cambio de horario en todo el país, lo que implica atrasar una hora en los relojes. Esta medida busca aprovechar mejor la luz solar y reducir el consumo eléctrico en las horas de mayor demanda. Sin embargo, para que este ajuste tenga un impacto real, es fundamental que la población adopte hábitos conscientes de ahorro. El uso eficiente de la energía en este nuevo horario puede marcar la diferencia en un sistema que opera al límite de sus capacidades.
La situación energética de Cuba y, en especial, la de la Isla de la Juventud, exige un compromiso colectivo con el ahorro. No se trata solo de enfrentar una coyuntura difícil, sino de construir una cultura energética responsable que permita sostener el desarrollo con los recursos disponibles. Cada gesto cuenta, y en momentos como este, el ahorro es más que una opción: es una necesidad vital.





0 comentarios