Washington, El Clásico de Otoño se muda hoy a la soleada California, donde el Dodger Stadium rugirá con el tercer duelo de la Serie Mundial entre los Azulejos de Toronto y los Dodgers de Los Ángeles.

 Tras dos capítulos de puro vértigo en Canadá donde dividieron honores, el espectáculo cruza el continente con un aire de revancha y gloria. Los Azulejos llegan con la pólvora lista, amparados en la fiereza de Vladimir Guerrero Jr., su gran cañonero, mientras los Dodgers confían en la magia de Shohei Ohtani, el temple de su pitcheo y el apoyo de su público.

   En el primer juego, los de Toronto descargaron toda su artillería en el Rogers Centre: Addison Barger encendió la noche con un grand slam y el mexicano Alejandro Kirk añadió un jonrón de dos carreras que selló la paliza de 11-4.

   Ese día celebraron como si hubiera despertado un recuerdo dormido desde 1993, año de su último título, con el mítico Cito Gaston haciendo el lanzamiento de honor y una ciudad entera vibrando en azul.

   Pero la respuesta de los Dodgers no se hizo esperar. En el segundo desafío, el japonés Yoshinobu Yamamoto ofreció una joya de pitcheo que rozó la perfección: partido completo, apenas cuatro hits permitidos y ocho ponches.

   Will Smith aportó el poder con un cuadrangular y tres remolques, guiando a su equipo al triunfo por 5-1 que equilibró las fuerzas. Fue una lección de calma y oficio, una muestra de por qué los Dodgers siguen siendo el coloso que defiende el trono de la MLB.

   Con la serie empatada 1-1, la batalla se traslada ahora al Dodger Stadium, donde se jugarán tres duelos consecutivos que pueden inclinar el destino del campeonato.

   En el montículo, se medirán hoy dos brazos de distinta escuela pero igual ambición: el veterano Max Scherzer, curtido en mil batallas, abrirá por Toronto; y Tyler Glasnow, el as de mirada fría, que apenas ha permitido una carrera en 13.1 entradas durante estos playoffs, comandará a los anfitriones.

   La ofensiva también promete fuego. Guerrero Jr., con promedio de .431, seis cuadrangulares y 12 impulsadas, es la chispa del conjunto canadiense; mientras que el dominicano Teoscar Hernández, con cuatro vuelacercas y 11 remolques, encarna la amenaza constante en la alineación angelina.

   El Dodger Stadium, bajo las luces y el murmullo expectante de más de 50 mil almas, será esta noche el escenario donde cada lanzamiento pesará como una sentencia y cada swing podrá escribir una nueva página de leyenda. La Serie Mundial apenas comienza a arder.

Tomado de PL