En Cuba se celebra cada 30 de septiembre desde el año 2008 el Día del Pediatra, en ocasión del natalicio del profesor Ángel Arturo Aballí Arellano considerado el padre de esta especialidad en Cuba.
El doctor Aballí fue fundador de la Sociedad Cubana de Pediatría el siete de octubre de 1928, y formador de varias generaciones de galenos cubanos. Esta celebración fue una iniciativa de la Sociedad Cubana de Pediatría.
Miembro destacado de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, el doctor Aballí, profesor emérito de la Universidad de La Habana, nació en Matanzas el 30 de septiembre de 1880 y está considerado como el más grande pediatra de Cuba en toda su historia.
Investigó acerca de los problemas de salud que más afectaban a la infancia, como las enfermedades diarreicas, la desnutrición y la tuberculosis. Por esta razón, decidió inaugurar un dispensario antituberculoso para infantes, una sala destinada a niños tuberculosos en el hospital “La esperanza” y posteriormente, el Hospital infantil antituberculoso, que al triunfar la Revolución se transformó en el Hospital Pediátrico General Doctor Aballí, en su honor.
Este día no solo celebra la vida y obra de Aballí, sino que también reconoce el compromiso de miles de profesionales que, desde la Atención Primaria de Salud, velan por el bienestar de los más pequeños.
La vocación es, sin duda, el motor que impulsa a los pediatras de la Isla de la Juventud. En medio de desafíos como la escasez de recursos o las limitaciones tecnológicas, estos profesionales se apoyan en la creatividad, el trabajo en equipo y el amor por la infancia para brindar una atención integral.
Su labor ha sido reconocida en múltiples ocasiones por el Ministerio de Salud Pública y por organizaciones internacionales que valoran el modelo cubano de atención primaria.
0 comentarios