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Cuidar el entorno es cuidar la vida

Publicación: 17 Sep, 2025

Cada 16 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, una fecha que convoca a gobiernos, instituciones y comunidades a reflexionar sobre la importancia de esta franja protectora de la atmósfera que filtra la radiación ultravioleta y permite la vida en el planeta. Su deterioro, causado por sustancias químicas como los clorofluorocarbonos (CFC), motivó la firma del Protocolo de Montreal en 1987, considerado uno de los acuerdos ambientales más exitosos a nivel global.

En Cuba, la Oficina Técnica del Ozono (OTOZ), adscrita a CUBAENERGÍA y al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), cumple 30 años de trabajo sostenido en la implementación de dicho protocolo. Su labor ha sido clave en la eliminación progresiva de sustancias agotadoras del ozono (SAO), la introducción de tecnologías limpias en sectores como la refrigeración y la climatización, y la formación de redes de especialistas ambientales en todo el país.

Entre los logros más significativos de la OTOZ destacan la reducción sostenida del consumo de SAO, el inicio del control de los hidrofluorocarburos (HFC) desde 2024, y la contribución directa a la mitigación del cambio climático, evitando emisiones equivalentes a más de 135 mil millones de toneladas de dióxido de carbono. Estos avances posicionan a Cuba como un país comprometido con la protección de la atmósfera y el cumplimiento de sus compromisos internacionales.

En la Isla de la Juventud, la celebración de esta efeméride se traduce en acciones concretas que involucran a escuelas, instituciones y comunidades. Se han desarrollado talleres educativos sobre la capa de ozono y el cambio climático, cápsulas radiales que sensibilizan sobre el rol de la atmósfera, exposiciones fotográficas que conectan la memoria ambiental con la identidad local, y jornadas de reforestación como expresión tangible de compromiso ecológico.

El acto central del 16 de septiembre reúne a autoridades, jóvenes, especialistas y actores comunitarios en un espacio de diálogo y reconocimiento. Más allá de la celebración, estas actividades proyectan nuevos desafíos: fortalecer la educación ambiental, ampliar la participación juvenil y consolidar tecnologías sostenibles en todos los territorios. La Isla reafirma así su papel activo en la defensa del medio ambiente desde lo local.

Proteger la capa de ozono no es solo una meta institucional, sino una responsabilidad compartida que exige conciencia, innovación y participación. Cada acción cuenta: desde el uso responsable de equipos de refrigeración hasta la promoción de buenas prácticas ambientales. La preservación de esta barrera natural es esencial para la salud humana, la biodiversidad y el equilibrio climático, y su defensa debe ser parte de la cultura cotidiana de nuestras comunidades.

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