En el marco de la reciente Junta de Áreas Protegidas , celebrada en la Isla de la Juventud, el Centro de Capacitación para el Turismo presentó una serie de proyectos de fincas agroturísticas que colocan a la comunidad en el centro del desarrollo sostenible. Estas iniciativas, concebidas como laboratorios vivos de aprendizaje, producción y turismo responsable, buscan articular la conservación ambiental con la dinamización económica del territorio.

En ese sentido Dianelis Lavadi, directora del Centro de capacitación para el turismo, explicó como marcha el funcionamiento de las fincas agroturísticas y señaló la necesidad de lograr un trabajo colectivo en cada una de las empresas involucradas para llevarle un mejor servicio al pueblo pinero .
Cada finca agroturística propuesta, combina prácticas agroecológicas, saberes locales y experiencias turísticas inmersivas, donde visitantes pueden participar en cosechas, talleres de cocina tradicional, rutas interpretativas y actividades culturales. Más que destinos, son espacios de encuentro entre generaciones, donde la memoria campesina dialoga con la innovación juvenil.
La exposición en la Junta destacó el potencial de estas fincas para fortalecer el tejido comunitario, generar empleo digno y diversificar la oferta turística de la Isla, sin comprometer sus valores naturales ni culturales. Se insistió en que el éxito de estos proyectos depende de la participación activa de la comunidad en todas las etapas: desde el diseño hasta la gestión.
El Centro de Capacitación para el Turismo reafirmó su compromiso con un modelo de desarrollo local que dignifique lo cotidiano, promueva la soberanía alimentaria y convierta cada finca en un nodo de aprendizaje, identidad y resiliencia. En tiempos de transformación, estas propuestas nos recuerdan que el turismo puede ser también una herramienta de justicia territorial y orgullo isleño.
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