Una fecha para pensar, dialogar y construir futuro

Cada 15 de septiembre, el mundo conmemora el Día Internacional de la Democracia, una jornada impulsada por las Naciones Unidas para reflexionar sobre el estado de este derecho fundamental y su papel en la vida de los pueblos.

En 2025, esta fecha llega marcada por desafíos globales: la desigualdad persistente, la desinformación digital y la fragilidad institucional en muchas regiones de América Latina y el Caribe.

La democracia no es solo un sistema político: es una cultura de participación, transparencia, pluralidad y respeto a los derechos humanos. En tiempos de crisis, su defensa exige más que discursos: requiere espacios reales de escucha, acceso a información veraz, y garantías para que todas las voces puedan expresarse sin temor.

En Cuba, la democracia se vive desde un modelo socialista que reconoce al pueblo como protagonista de su destino. La Constitución de la República establece que “la soberanía reside en el pueblo”, y garantiza espacios de participación directa a través de las Asambleas del Poder Popular, las consultas populares y el ejercicio consciente de los deberes y derechos ciudadanos.

Aquí, el pueblo pinero ha sabido ejercer su derecho a participar, a proponer, a transformar. La democracia se expresa en la organización popular, en el trabajo comunitario, en la defensa del entorno natural y en la creación cultural que dignifica lo cotidiano.

La juventud pinera, heredera de luchas y sembradora de futuro, juega un papel esencial en esta construcción. Desde proyectos ecológicos hasta iniciativas educativas, desde el arte hasta el activismo local, las y los jóvenes de la Isla aportan mirada crítica, energía transformadora y compromiso con el bien común. Su participación no es solo política: es ética, creativa y profundamente comunitaria.

Este Día Internacional de la Democracia nos recuerda que no basta con proclamar derechos: hay que ejercerlos, defenderlos y renovarlos constantemente. En cada barrio pinero, en cada espacio de diálogo, en cada gesto de solidaridad, la democracia se hace presente como práctica viva.