Pudiéramos comenzar por mencionar el Cementerio Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba e ir recorriendo los más diversos escenarios del país en los que el mármol gris perla de la Isla de la Juventud pone un sello de belleza y por qué  no, de durabilidad…Lo han propiciado entre otros factores la calidad con la que trabajan la materia prima los marmoleros pineros…hasta ahí todo casi perfecto.

Y digo casi porque resulta que en este mismo instante hay obras de carácter social en el país paralizadas por la falta del mármol pinero…
Se produce entonces una contradicción entre el sobre cumplimiento de la producción de la empresa Mármoles Isla y las obras detenidas por algo soluble como es el traslado de la producción hacia fuera del Municipio Especial.

Actualmente entre el patio de la empresa y el puerto hay estancados más de 300 huacales con producción terminada, entre 400 y quinientas toneladas, la producción de mayo y junio…

La Empresa Mármol Isla queda mal con sus clientes y la Isla de la Juventud crea un mal precedente; de qué manera gestionar a nivel de país que esta entidad puede convertirse en un polo exportador, con un primer cliente como Rusia si hoy por hoy no sale su producción del puerto pinero.

Las divisas son necesarias para la nación y para la propia Empresa Marmoles Isla que tendría con estas exportaciones la posibilidad de capital para renovar su tecnología de producción, que data de más de cuarenta años.

La empresa Mármoles Isla se ha preparado, de hecho están listos los 30 mejores bloques en la cantera para la primera exportación, y de comenzar este suceso económico imprescindible pudieran adquirir un nuevo telar y una pulidora,  y en vez de mil metros pudieran picar 4 mil, se pudiera reutilizar la marmolina para la producción de pintura, se ahorraría agua y por supuesto mejoraria aún más el salario de los trabajadores…entonces los decisores de qué montan o no en la patana deberían repensar y poco a poco crear condiciones para que el mármol pinero cruce del puerto pinero al de Batabanó..