Por estos días ya se ven menos educandos en las calles, el curso escolar está por cerrar sus cortinas imaginarias, entonces se abren otras, la de los niños y jóvenes en los hogares, qué les parece si hablamos acerca de ese entorno familiar?

Las madres, sobre todo, reciben una nueva carga de preocupaciones, me voy a trabajar, tengo que dejarle garantizada la alimentación hasta que yo regrese, por citar solo una, más, ya sabemos de esa capacidad inmensa que tienen para buscar soluciones, entonces quiero que conversemos acerca de otras aristas.

Hoy por hoy cuando vas a una escuela es fácil notar que más del 80 por ciento de los estudiantes disponen de un celular, no es malo, es comunicación, acceso a información, pero en el entorno familiar resultaría favorable que el teléfono no consuma todo el tiempo de nuestros niños y jóvenes…qué le parece si pone atención a cuestiones que la prisa de la vida a veces no nos deja poner en punto de mira, por ejemplo, dedicar espacio y tiempo a que nuestros hijos aprendan modales en la mesa, a utilizar los cubiertos, a recibir una visita, a tratar con el debido respeto a los mayores, es decir, lo que en tiempos de antaño  le llamaban cívica.

Hay una generación que todavía gusta de leer, pero hay otra que solo le interesa el contenido de internet, qué tal si enseñamos a los niños y jóvenes cuanto placer aporta la buena lectura y las  vacaciones pueden ser también un tiempo para ese encuentro siempre cálido con los abuelos, dueños de recuerdos, vivencias, historias de la familia que pueden trasmitir a los niños y jóvenes y hacer más fuerte y hermoso el lazo familiar, algo tan importante en la sociedad de hoy en día.

Le estoy invitando a que la conocida frase, la familia es la célula fundamental de la sociedad se sustente en calor, cariño, anuencia, acercamiento, valores y crecimiento del amor filial.