En Vivo

La historia que forma parte de la cultura pinera.

Publicación: 8 Jul, 2025

Categorías: Isla de la Juventud

Con la formación del caserío en el Poblado de Santa Fé en el año 1809, se produjo el germinar de una pequeña comunidad, en la que los pobladores comenzaron a asentarse, lo cual posibilitó la convivencia en sociedad, esto permitió un uso mayor del lenguaje, más exigencias en el vestuario cotidiano, y quizás, aparecieron alguna que otra manifestación cultural, tan simple como la tonadilla traída por algún español.

Otro de las costumbres, de los pineros, de entonces, fueron los bailes, si los bailes, les cuento que…  los bailes por aquel entonces en la Isla se celebraban los días festivos, pero con una característica muy peculiar,  los blancos de un lado y los negros de otro.

Estos se organizaban por separados como les dije al inicio los  negros en su sitio y blancos en el de ellos, en el caso de los blancos se efectuaban en la trastienda de un comercio que pertenecía a un francés.

La fiesta era amenizada por una orquesta,  sí pero no una gran orquesta, pero bueno se podía bailar, los  músicos  poseían dos instrumentos  un güiro, y un violín con lo que interpretaban la contradanza, el vals, el zapateo y el fandango.

Cabe destacar que el local donde se desarrollaban estos bailes las paredes eran de yagua, su techo de tejas, un privilegio de aquel entonces, el vestuario utilizado por los hombres blancos, en sus fiestas, consistían por camisas con faldón, pantalón de hilo o algodón alistado, en cambio las mujeres o las damas algunas  se adornaban el cabello con flores, así como con cintas y cocuyos, otras utilizaban un peinado característico un moño o trenzas adornadas con cintas.

En el caso de los negros estos  no corrían con la misma suerte, sus bailes aunque se efectuaban los mismos días que los blancos, se iluminaban por cuatro velas de sebo puestas sobre un cornuscopio y en las afueras del poblado,  las paredes blanqueadas con cal y con solo dos bancos. Pero se bailaba…

Durante las fiestas los negros solían interpretar cantos que reflejaban los dolores de su raza, el odio a sus verdugos, y los celos o despechos amorosos. Estas festividades se alternaban con congos, carabalíes, crillos y bozales, distintas razas juntas, y   terminaban con un cochinata,  sí,  eso no era más que una gran comelata de lechón, la que era acompañada de tragos de aguardiente de caña.

Los negros utilizaban en su vestuario aquellas prendas que dejaban sus amos: pantalones todos de distintos colores, chalecos, chaquetas, las mujeres usaban las ropas que sus amas les regalaban y se adornaban con cintas, lazos, collares y flores de vivos colores.

Debo explicar que todas estas historias de costumbres fueron narradas en 1838 por Antonio Riobot Fontseré, ciudadano catalán que se encontraba como deportado político en Isla de Pinos. Antonio, a pesar de tener una difícil situación con las autoridades españolas, era un hombre muy culto, era un poeta, escritor y  periodista.

Publicaciones relacionadas

Fiestas Cristal 2025 en Holguín y La Habana

Fiestas Cristal 2025 en Holguín y La Habana

Las esperadas Fiestas Cristal, bajo la dirección artística de Edith Massola y con la conducción del actor Marlon Pijuán, regresan en su tercera edición este mes con la presencia de artistas del género urbano, la timba, la salsa y nuevos talentos. Este evento, que une...

0 comentarios