París, El grupo cubano Havana D’Primera y su líder, Alexander Abreu, pusieron hoy el broche de oro al Festival del Caribe de Enghien les Bains, en un concierto que atrajo a miles de personas.
La clase de los artistas y su música contagiosa, el mágico escenario flotante del lago de la pintoresca localidad de la Región Parisina y un público entregado, propiciaron la complicidad perfecta, colofón de cuatro jornadas de diversidad cultural con Cuba y Brasil como protagonistas.
En su interacción con la multitud, Abreu siempre tuvo lo que pidió, palmadas, saltos y gritos de celebración, y por supuesto baile, mucho baile.

Franceses, cubanos y gente de otros lares corearon los estribillos pegajosos “Levanta la mano y mueve la cintura ¡Salta!”, “Llegaron los D’Primera con una lata y un palo” o “Eso le pasa por ir como los locos, como los locos”, sin que el idioma representase un problema.
Para abrir la velada, el reconocido grupo tocó su canto a la identidad de la isla “Me Dicen Cuba”, y la cerró con “Pastilla de menta”, después de la reverencia de despedida y del reclamo del respetable, que enardecido, parecía dispuesto a extender hasta el infinito el espectáculo en la cálida noche de Enghien les Bains, ciudad situada a menos de 20 kilómetros de París.
Bicho malo, Carita de Pasaporte y Tres días fueron temas que también conquistaron a los presentes, calculados de manera conservadora en más de 20 mil, para el adiós a un Festival del Caribe que será recordado durante mucho tiempo.
Havana D’Primera calentó aún más el escenario paradisíaco con “Mi salsa”, un hermoso homenaje a notables artistas que por décadas hicieron a millones bailar en América Latina y el resto del mundo.
Al finalizar el concierto, cubanos y franceses lucieron en sus teléfonos el preciado souvenir de una foto con el maestro Abreu, un virtuoso trompetista y cantante galardonado con varios premios, entre ellos el Grammy Latino.
Tomado de PL
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