Llamo a toda la ciudadanía a la paz y la convivencia». Con estas palabras, el presidente Gustavo Petro marcó el tono frente al paro nacional convocado en Colombia para los días 28 y 29 de mayo, en respaldo a las reformas sociales de su Gobierno.
En medio de un escenario de alta polarización y bloqueo legislativo, líderes sindicales y sociales aseguran que las movilizaciones buscan defender la dignidad laboral y abrir paso a una eventual constituyente si el Congreso mantiene su negativa a legislar en favor del pueblo.
Hernán Alonso Rúa, enlace electoral de la Junta de Colombia Humana en Venezuela, y John Jaime Posada, dirigente sindical y vocero del equipo nacional por el Sí de la Consulta Popular, ofrecieron a Sputnik Mundo su lectura del momento político que atraviesa su país.
«Las marchas del 28 y 29 de mayo son convocadas por un espacio de convergencia de organizaciones sindicales, sociales, populares, étnicas, de mujeres, de jóvenes, estudiantes», señaló Rúa.
Esta articulación nació en una cumbre realizada recientemente en la Universidad Pedagógica Nacional y tiene como eje central el respaldo a la reforma laboral del presidente Petro.
«Uno de los elementos claves de por qué se lucha por la reforma laboral tiene que ver con la tercerización y la desregulación de las relaciones laborales», añadió.
Rúa explicó que buena parte de los trabajadores del sector público están hoy contratados bajo la modalidad de contratistas, lo que implica «la eliminación de derechos laborales básicos como prestaciones sociales, salud, seguridad social, estabilidad».
La reforma propone acabar con estos llamados «contratos basura», que precarizan al trabajador y benefician al empleador. «Esta reforma pretende recuperar ese derecho a la estabilidad laboral y a la seguridad social, entre otros«, afirmó.
En la misma línea, Posada destacó que «esto es un Gobierno del cambio (…), del pueblo» y que la reforma laboral busca «recuperar la dignidad humana, para que haya contratos con estabilidad, para que haya horas extras, para que se paguen los dominicales».
El especialista subrayó que «mucha de la juventud no conoce lo que es un contrato a término indefinido» y por eso considera justificado salir a marchar.
Garantías para movilizarse
El presidente colombiano, a través de su cuenta en la red social X, invitó a la convivencia durante las jornadas de paro.
«Llamo a toda la ciudadanía a la paz y la convivencia. Los negocios particulares deben dejar salir a las y los trabajadores que deseen libremente sumarse al paro, dejarlos ir sin represalias y a los manifestantes no agredir ni los bienes públicos, ni a la fuerza pública, que cuidará de sus derechos y de toda la ciudadanía», publicó.
Para Rúa, la movilización social en Colombia ha sido «el mecanismo histórico de lucha de los sectores sociales», frente a una institucionalidad que ha sido, durante décadas, controlada por «la derecha, la oligarquía, los voceros de la burguesía nacional».
Desde esa tradición, dijo que el movimiento social colombiano es «producto de movilizaciones como las del estallido social» y de un «acumulado histórico de nuestros propios procesos organizativos».
En ese sentido, señaló que las marchas de mayo permitirán «generar el acumulado necesario para avanzar en este proceso de cambio». Pero también lanzó una advertencia: «Si el Congreso se sigue oponiendo con su mayoría de derecha, nos tocará dar un paso a un siguiente nivel», que podría ser un proceso constituyente.
Posada coincidió en que «las marchas son importantes porque generan conciencia» y en que, aunque la polarización dificulta la aprobación de las reformas, «este pueblo tiene una conciencia clara y se moviliza para defender un Gobierno y unos derechos».
El experto planteó que, incluso, un plebiscito o una constituyente serían ideales, porque «el poder constituyente está en el pueblo, y el gobierno se lo quiere entregar al pueblo y lo vamos a hacer con dignidad».
Luchar por el interés del pueblo
Los dirigentes hicieron énfasis en señalar que el Congreso está capturado por intereses económicos.
Posada aseguró que «muchos de los hombres y mujeres que se presentan al Congreso son elegidos con dinero de empresarios nacionales e internacionales, para que voten en bloque en contra del pueblo que los eligió». Por eso estimó que las reformas podrían ser adoptadas por decreto presidencial.
«Es mentira que eso afecte la economía, porque los gobiernos anteriores tomaron estas decisiones, recortaron derechos, recortaron horas de trabajo y nunca generó más trabajo ni mejor trabajo», sentenció.
Para Rúa, lo que vive hoy Colombia no se puede separar del contexto latinoamericano. «Estamos ante un bloqueo institucional. En Colombia hay una combinación de sabotaje económico, jurídico, legislativo. Es el mismo dilema histórico que enfrentaron los trabajadores cuando se luchó por las ocho horas de trabajo.»
Añadió que, «en Colombia, parece que hubiéramos retrocedido a las cavernas en estas oscuras décadas neoliberales», y que la pelea de hoy es por «el salario, el tiempo de descanso, la salud».
La coyuntura está marcada, agregó, por la proximidad de las elecciones presidenciales y legislativas. «Estas consultas y propuestas de reforma se están dando previo a una campaña electoral, lo que tiene en vilo a la derecha», puntualizó.
En Antioquia, una de las regiones con mayor actividad económica del país, Posada adelantó que se realizarán actividades en Medellín, Caucasia, Apartadó y Río Negro. «La movilización está presente, estamos atentos a lo que se oriente desde el movimiento popular para estar en la calle y defender este gobierno que es el que defiende los intereses populares», subrayó.
Por su parte, Rúa afirmó que la jornada de movilización será una «fiesta popular de dos días, en la cual la expresión popular será la protagonista», e incluirá cabildos de democracia participativa, plantones, actividades culturales y marchas.
En paralelo a las movilizaciones en Colombia, el escenario político regional también se reconfigura tras la jornada electoral en Venezuela del 25 de mayo, en la que el Gran Polo Patriótico Simón Bolívar se alzó con 23 de las 24 gobernaciones y una mayoría abrumadora en la Asamblea Nacional.
Para los voceros consultados, este resultado refleja que «el pueblo venezolano sigue apostando por el proyecto bolivariano» y que «las fuerzas populares tienen capacidad de articulación y movilización frente a las amenazas externas e internas». El ejemplo venezolano, sostienen, puede servir de espejo para los movimientos sociales colombianos que buscan consolidar un modelo de transformación desde abajo.
Con movilizaciones en dos países claves de la región, el continente parece atravesar una etapa decisiva. Como subrayó Posada, «el poder constituyente está en el pueblo, y el protagonismo de los sectores populares se hace visible en las calles, en los cabildos y en las urnas».
Tomado de Sputnik
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