La planta procesadora de caolín Julius Fucik, arribó este diez de mayo al aniversario, a sus 61 años de fundada por el Comandante Ernesto Che Guevara, Ministro de Industrias en aquel entonces.
Única de su tipo en Cuba, fue concebida para la sustitución de importaciones y la generación de fondos exportables, teniendo en cuenta los elevados puntos de mineralización existentes en el territorio.
La apertura de dicha instalación significó un importante paso en el desarrollo industrial y tecnológico de la Isla de Pinos, la cual ha atravesado distintas etapas de bonanzas, como aquel récord histórico de las 27 000 toneladas producidas en 1987, y también de limitaciones en los últimos años, sobre todo por el estado actual de las maquinarias, en sobrexplotación.
Hoy la unidad empresarial de base perteneciente a la Empresa de Materiales de la Construcción del Municipio produce toneladas del valioso mineral al año, dirigidas al Programa de la Vivienda, elabora carbonato de calcio y como alternativas de líneas productivas adicionó el bloque criollo –el cual, para minimizar costos, utiliza los residuos generados por la planta– y pintura a base de minerales.
Sus trabajadores mantienen el ímpetu de seguir laborando porque tienen el mejor caolín para procesar en todo el territorio nacional, diversas investigaciones así lo confirman, ello eleva la relevancia de los promisorios planes para el mercado nacional e internacional, donde las inversiones con capital extranjero son una realidad urgente.
Cumplimentar planes que aportan a renglones nacionales es el reto diario de su colectivo, el cual innova y revitaliza constantemente las grandes maquinarias checoslovacas instauradas hace más de seis décadas y da continuidad a la misión legada por el Che aquel 10 de mayo de 1964 en su inauguración.
La planta procesadora de caolín Julius Fucik, arribó este diez de mayo al aniversario, a sus 61 años de fundada por el Comandante Ernesto Che Guevara, Ministro de Industrias en aquel entonces.
Única de su tipo en Cuba, fue concebida para la sustitución de importaciones y la generación de fondos exportables, teniendo en cuenta los elevados puntos de mineralización existentes en el territorio.
La apertura de dicha instalación significó un importante paso en el desarrollo industrial y tecnológico de la Isla de Pinos, la cual ha atravesado distintas etapas de bonanzas, como aquel récord histórico de las 27 000 toneladas producidas en 1987, y también de limitaciones en los últimos años, sobre todo por el estado actual de las maquinarias, en sobrexplotación.
Hoy la unidad empresarial de base perteneciente a la Empresa de Materiales de la Construcción del Municipio produce toneladas del valioso mineral al año, dirigidas al Programa de la Vivienda, elabora carbonato de calcio y como alternativas de líneas productivas adicionó el bloque criollo –el cual, para minimizar costos, utiliza los residuos generados por la planta– y pintura a base de minerales.
Sus trabajadores mantienen el ímpetu de seguir laborando porque tienen el mejor caolín para procesar en todo el territorio nacional, diversas investigaciones así lo confirman, ello eleva la relevancia de los promisorios planes para el mercado nacional e internacional, donde las inversiones con capital extranjero son una realidad urgente.
Cumplimentar planes que aportan a renglones nacionales es el reto diario de su colectivo, el cual innova y revitaliza constantemente las grandes maquinarias checoslovacas instauradas hace más de seis décadas y da continuidad a la misión legada por el Che aquel 10 de mayo de 1964 en su inauguración.
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