En agosto del pasado año el Ministerio de Finanzas y Precios daba a conocer la resolución 225, mediante la cual se fijaban precios a seis productos de alta demanda. Está resolución apareció publicada en la Gaceta Oficial de la República de Cuba.
Entre los seis productos incluidos está el aceite comestible con un precio fijado hasta 990 pesos el litro. A partir de la ausencia de este demandado renglón de la cocina pinera, debido a un desabastecimiento, comenzó la debacle y ahora aparece el aceite por encima del precio fijado.
Personas que han acudido a los puntos no estatales comenzaron a quejarse por el alza del precio y muchos de ellos tuvieron que marcharse sin comprar el producto por el exceso del valor, ahora establecido por los trabajadores por cuenta propia.
¿Como se explica eso? Se preguntaba Manuel, uno de los afectados. Otro comentaba quien controla y batalla contra tan tamaña violación. Lo cierto es que nada justifica el vaivén en los precios, y somos de la opinión que las disposiciones se emiten para respetarlas.
Evidentemente, el asunto en cuestión está en el control y la fiscalización de manera sistemática para no permitir que se quebrante una resolución que está encaminada a proteger al pueblo trabajador en momentos de un panorama económico muy complejo en el país.
La compra y reventa de aceite comestible y otros productos está latente en esa modalidad del Trabajo por Cuenta Propia, como si los que incurren en estás violaciones no fueran también parte del pueblo. Las escaseces no pueden ser sinónimo de revender para enriquecer el bolsillo de unos pocos y afectar a personas que no cuentan con suficiente dinero.
Resulta por tanto necesario mantener un sistemático control y fiscalización por las personas encargadas de evitar tan tamaña injusticia. Es de esta manera que se deben combatir violaciones con precios desmedidos como el aceite comestible.
Si se logra esa armonía las quejas se irán disminuyendo, y el abuelo Manuel y otros como él podrían adquirir el aceite al precio que fue fijado por el Ministerio de Precios y Finanzas. ¿Usted qué opina?
Mi pueblo dijo Si
Sabía que no podía ser distinto, amaneció lloviendo, presagio de bondad de la naturaleza con esta Isla amada y bella del Caribe, el olor a tierra mojada, a limpieza del entorno y del alma distinguían el amanecer. Se acercaba la siete de la mañana de este primero de...
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