Comunicar es un arte y como tal debe acompañarse de muchas herramientas. Ética, inmediatez, capacidad de interpretación, y más importante aún el don de la palabra y tacto para transmitirla. Los canales hoy trascienden hasta lugares impensados, ya no es solo la radio, la televisión o la prensa plana. La atención mediática está en las redes sociales, por tanto, es allí, donde todos los que defienden la verdad y buscan respuestas o soluciones tienen que dirigir en su mayoría los flujos de información.

Pero comunicar, como acción, debe ser siempre un escudo protector, impulsado por el bien social. Pongamos varios ejemplos, contingencia energética, situación hidrometeorológica, transporte, abastecimiento de agua. Ciertamente se convierte en regla excepcional la impronta de una nota o entrevista.

El comunicar mediante todos los géneros periodísticos posibles qué ocurre, quienes trabajan, posibles soluciones. No se trata, y esta reflexión es con óptica crítica de adornar verdades, porque de sacrificios, de sentir, esfuerzos se sabe, ya que el pueblo pinero, como el resto de Cuba, conoce y siente el férreo bloqueo económico impuesto por el gobierno de los Estados Unidos.

Comunicar va de la mano a políticas empresariales. Como es posible que en algunos casos que son la mayoría, los pineros no puedan encontrar respuestas sobre servicios porque esta herramienta vital para el desarrollo de toda sociedad no se explota al máximo.

La Ley de Comunicación Social vino precisamente a fortalecer deberes y derechos, estrategias, maneras. Hoy es inaceptable que un ciudadano se sienta desorientado por lentitudes, indecisiones, malas respuestas o una atención al ciudadano inadecuada.

Comunicar no es solo trabajo de los medios de prensa, la Empresa Estatal Socialista desde sus diferentes escenarios deben fortalecer las vías para ello acompañado de un rostro agradable, paciencia, reiteración e inmediatez, siempre con inmediatez.

Se multiplica, entonces, la necesidad de ofrecer información veraz, objetiva, oportuna, actualizada, contrastable y comprensible, según establece la propia norma jurídica, devenida amparo legal y guía para ejercer mejor la responsabilidad que hemos asumido en tantas ocasiones anteriores.

En un contexto donde fakes news abundan, es decir noticias inciertas, la legitimidad y sobre todo la credibilidad deben fortalecerse. Por eso, comunicar tiene que acamparse de compromiso social, empatía, respeto para que en tiempos de crisis o no, el pueblo siempre pueda sacar sus conclusiones porque también es su derecho, pero con la veracidad de las fuentes que tienen como premisa cumplir con este rol.