Las autoridades estadounidenses no notificaron a la Embajada de Rusia sobre la detención de los periodistas rusos en el aeropuerto de Washington que viajaban para cubrir las elecciones presidenciales en el país, declaró la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, y advirtió que Moscú no permitirá que este incidente quede sin respuesta.
La portavoz agregó que la detención de periodistas rusos es una violación por parte de Estados Unidos de sus obligaciones en el ámbito de la libertad de expresión.
“El hecho de que los periodistas rusos notificaran con antelación sus intenciones a las autoridades estadounidenses y recibieran permiso oficial para llevar a cabo un trabajo editorial demuestra el carácter ejemplar de esta acción, una voluntad de demostrar sin ambigüedades su disposición a utilizar en cualquier momento el aparato represivo para cortar el paso a informaciones inconvenientes”, enfatizó.
El 29 de octubre, un equipo de rodaje del periódico Izvestia, que debía cubrir las elecciones presidenciales en Estados Unidos, fue detenido en el aeropuerto de Washington.
A pesar de la presencia de documentos de autorización, las fuerzas del orden locales se incautaron de todo el equipo y medios de comunicación de los periodistas y les sometieron a un interrogatorio que duró horas. Zajárova recalcó que los periodistas viajaban allí “no de incógnito”, sino “en plena conformidad con los documentos que les fueron expedidos”.
Al operador de cámara no se le permitió entrar en el país y fue expulsado a Rusia. Al mismo tiempo, no se permitió a los representantes de la Embajada de Rusia ponerse en contacto con el ciudadano y prestarle la ayuda necesaria.
“Fueron recibidos en el aeropuerto, detenidos, interrogados, luego se negó al operador de cámara el paso de la frontera, se anuló su visado de entrada y se adujeron razones administrativas como motivo”, comentó la diplomática.
Tales acciones, añadió, encajan plenamente en la lógica de la campaña global contra los medios y los periodistas rusos anunciada por la actual Administración estadounidense. Esto contradice directamente no solo las obligaciones internacionales del país norteamericano, sino también de su propia Constitución, concluyó Zajárova.
Tomado de Sputnik
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