La controversia es porque la mandataria electa, Claudia Sheinbaum, no invitó al monarca español a su asunción.
El Gobierno de España elevó una protesta formal en contra del México por haber excluido al monarca Felipe VI de los actos de toma de posesión de la presidenta electa del país latinoamericano, Claudia Sheinbaum.
Según la prensa española, el propio presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, intentó mediar para que México incluyera al rey en el traspaso de mando, sin obtener una respuesta positiva. Ante ello, el ministerio de Exteriores decidió enviar una nota verbal de protesta el martes pasado.
La víspera, Sheinbaum explicó que su decisión tenía que ver con el silencio que hizo España a la petición enviada por la administración de Andrés Manuel López Obrador sobre la reparación histórica por la Conquista.
“Confío en que esta circunstancia, que hoy pone de manifiesto nuestra diversidad de opiniones, sea también punto de partida para que México y España encuentren pronto nuevas vías de entendimiento basadas en nuestras soberanías y respeto mutuo, en beneficio de nuestras naciones y nuestros pueblos”, reza la carta publicada por la presidenta electa respecto a la controversia.
A pesar de que sí estaba invitado, Sánchez decidió no viajar a México y España se abstuvo de enviar alguna representación oficial. No obstante, los socios y aliados del Gobierno –como EH Bildu y Sumar– sí anunciaron que estarían presentes en el acto de traspaso.
Gerardo Pisarello, dirigente de Sumar y secretario primero de la Mesa del Congreso, dijo que asistiría a la asunción de Sheinbaum, al tiempo que manifestó su respeto a la postura de México. “Es lógico que un rey que no respetó, no sea respetado, es lógico que un rey que desdeñó, sea desdeñado“, sostuvo.
Tomado de RT
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