Como una necesidad imperante en los primeros años de la Revolución Cubana surgieron los Comités de Defensa de la Revolución, con la misión esencial de defender y preservar los ideales revolucionarios.
Nunca su tarea fue fácil, porque Cuba, durante más de 60 años ha atravesado momentos de crisis y asedio, de los cuales sería difícil hablar en términos de victoria sin mencionar el empuje de los CDR en cada barrio.
La mayor organización de masas del país ha transitado las múltiples etapas del proceso revolucionario, ha estado en primera fila, con su aporte siempre que ha sido necesario, y en las celebraciones por los triunfos como la gran familia que es el pueblo cubano.
Cuando se habla de los Comités de Defensa de la Revolución, nos referimos al pueblo en cada barrio, unido en la vigilancia para combatir lo que pueda afectar a la familia, en la recogida de materia prima, la lucha contra vectores que provocan enfermedades, en la limpieza y embellecimiento de la comunidad, en apoyo a campañas de vacunación y procesos electorales.
La evolución de la sociedad y los cambios en el entorno político y social exigen adaptarse y encontrar nuevas estrategias para preservar la Revolución y sus conquistas. Ya la organización no es igual que hace 40 atrás: pero en la cuadra está todo: lo bueno, lo malo y lo regular… Y eso es algo que no escapa al conocimiento de la organización a la hora de actuar:
Hoy, como siempre en el barrio se conoce al vecino “que vale”, a la familia vulnerable, al anciano que vive solo, al joven que estudia y al que no lo hace; y se sabe también quiénes practican ilegalidades… Y ahí está la responsabilidad de ayudar en esta batalla de todos.
“Los CDR tenemos que ver con todo lo que afecta a una comunidad, y las ilegalidades son parte de ese todo, por lo que también nos corresponde ponerles un ojo” , así expresó recientemente Gerardo Hernández Nordelo, coordinar nacional de esta organización, próxima a su nuevo aniversario.
Corresponde cumplir con esta tarea, también agasajar a los mejores cederistas en la fiesta para la que faltan pocos días, esperando el 28 de septiembre. Pero sobre todo recordar que la misión fundamental de los CDR sigue siendo la defensa de la Revolución ante cualquier amenaza que atente contra la paz y la tranquilidad del barrio.
0 comentarios