La Habana, La compañía Danza Contemporánea de Cuba arriba hoy a sus 65 años de fundada sosteniendo un constante diálogo con la tradición de la danza cubana, pero siempre abiertos a las influencias internacionales y a las actuales corrientes estéticas.
Así se define en sus publicaciones dentro de la jornada que despliega para celebrar la efeméride, la cual incluye una temporada especial hasta el 29 de septiembre con presentaciones escénicas, performances, talleres, conferencias y clases demostrativas.
La agrupación publicó un post en su perfil de Facebook donde expresa que: «a lo largo de estas décadas, hemos transitado por diversas etapas, pero seguimos siendo la misma compañía que fundó el maestro Ramiro Guerra en 1959».
Desde su creación el 25 de septiembre de 1959, Danza Contemporánea de Cuba ha realizado casi un centenar de giras por países de América, Europa, Asia y África.
En su génesis, el maestro Ramiro Guerra desde el recién creado Departamento de Danza Moderna del Teatro Nacional de Cuba, lanzó una convocatoria a bailarines para formar una compañía.
Era un intento por establecer definitivamente la estética de la danza nueva asimilada por él en Estados Unidos con Martha Graham y otros íconos de la modernidad danzaria.
En aquel momento inicial se presentaron bailarines con conocimientos de danza contemporánea como Lorna Burndsal, y algunos con experiencia en cabaret y televisión: Santiago Alfonso, Arnaldo Patterson y Eduardo Rivero.
También acudieron otros sin experiencia alguna como Alberto Méndez, pero son nombres que con el tiempo devinieron en imprescindibles dentro del panorama danzario cubano.
El 19 de febrero de 1960 se produjo la primera función del Conjunto de Danza Moderna en la Sala Covarrubias del Teatro Nacional de Cuba; allí se estrenaron las obras «Mulato» y «Mambí», de su director Ramiro Guerra.
Además «La vida de las abejas» y «Estudio de las aguas», de Doris Humphrey, con montaje de Lorna Burndsall.
Con el correr del tiempo, Danza Contemporánea de Cuba ha participado en los más importantes festivales y eventos de danza en el mundo, desde el Festival del Teatro de las Naciones en París, 1961, hasta la temporada del año 2007 en el teatro Sadler’s Wells, de Londres.
También su obra ha sido llevada al cine con títulos como Historia de un ballet, Okantomí, Súlkari, Panorama, De la memoria fragmentada y Tocororo.
La compañía, hoy dirigida por el maestro Miguel Iglesias, se esmera en las celebraciones de este 65 aniversario y reserva para el cierre de la jornada y de septiembre las funciones de la obra Carmina Burana el 27, 28 (19:00 hora local) y 29 de septiembre (17:00 hora local) en la sala Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba.
Es precisamente Carmina Burana uno de sus más populares espectáculos en los últimos años, con coreografía de George Céspedes sobre una de las más célebres composiciones sinfónicas de todos los tiempos: la cantata homónima del compositor Carl Orff.
Esta puesta fue reconocida en México, donde recibió dos veces el Premio Luna y ha sido una propuesta habitual en el Auditorio Nacional.
Con la temporada dedicada a las seis décadas y media de presencia en la escena cultural, Danza Contemporánea de Cuba rinde tributo a sus fundadores y a todos los que han integrado sus filas a lo largo de estos años.
De fiesta están bailarines, coreógrafos, maestros, técnicos y personal de apoyo, de disímiles generaciones y procedencias.
Tomado de PL
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