Un grupo de investigadores chinos analizaron la composición del suelo de la parte posterior de la Luna, los resultados fueron publicados en la revista ‘National Science Review’. Según los autores, este estudio ampliaría la comprensión de la estructura interna de la Luna, su composición material, así como los procesos de su formación y evolución.

El lugar donde la sonda Chang’e-6 recogió las muestras está situado en la cuenca Aitken, la mayor, más profunda y más antigua cuenca de impacto de la Luna.

De esta manera, las porciones de suelo extraídas tienen una densidad relativamente baja y una estructura suelta y porosa. El tamaño de las partículas del suelo lunar tiene una composición bimodal, lo que puede indicar que la muestra puede haber pasado por un proceso de mezcla de diferentes orígenes.

Los científicos también descubrieron que, en comparación con las muestras de suelo lunar entregadas por la sonda Chang’e-5 en 2020, la sustancia recogida en la cara oculta de la Luna presentaba un aumento significativo del contenido de plagioclasa y una disminución considerable del contenido de olivino. Esto, según los investigadores, indica una clara influencia de materiales no basálticos en el suelo de la zona.

Porciones del suelo lunar de la cara oculta de la Luna

© Foto : National Science Review

Las muestras del suelo lunar se componen principalmente de basalto, brecha, cementita, rocas claras y material vítreo. Los fragmentos de basalto representan entre el 30% y el 40% del total de dichas muestras. Entre los minerales predominan piroxeno, plagioclasa e ilmenita, con muy poco contenido de olivino.

Basaltos marinos encontrados documentan la historia del vulcanismo del lado oculto de la Luna, mientras que los fragmentos no basálticos pueden ofrecer información crítica sobre la corteza de tierras altas lunares, destacaron los científicos.

El análisis mineralógico reveló que la composición de los fragmentos de suelo lunar traídos a la Tierra es la siguiente: plagioclasa (32,6%), piroxeno (33,3%) y vidrio (29,4%), con un contenido de vidrio cercano al límite inferior de las muestras entregadas como parte de las misiones Apolo.

Además, los análisis geoquímicos mostraron que las porciones de suelo lunar tomadas tienen un alto contenido en óxido de aluminio y óxido de calcio, mientras que el contenido en óxido de hierro es relativamente bajo. Al mismo tiempo, el contenido de elementos como torio, uranio y potasio en las muestras era significativamente menor que en las rocas KREEP.

KREEP es la abreviación para la roca enriquecida en potasio (símbolo químico K), elementos de tierras raras (REE, que incluye cerio, disprosio, erbio, europio y otros elementos que son raros en la Tierra) y fósforo (símbolo químico P).

En mayo, la nave espacial china Chang’e-6 despegó desde el cosmódromo de Wenchang, en la isla de Hainan. En junio, la sonda envió a la Tierra casi dos kilogramos de muestras de suelo.

Tomado de Sputnik