En el corazón de Inglaterra se encuentra un lugar donde la belleza y el peligro coexisten de manera fascinante. Este extraordinario jardín alberga una colección de plantas venenosas que han cautivado a botánicos y aventureros por igual.
El cartel situado en la puerta de hierro negro que da paso al jardín lo dice bien claro: “Estas plantas pueden matar“, y está adornado con una calavera y los clásicos huesos cruzados, por si esto fuera poco. La advertencia es muy seria: se trata del jardín más mortal del mundo. Y está abierto al público.
Historia del jardín más peligroso del mundo
¿Por qué se creó en Inglaterra un jardín tan letal? The Poison Garden, también conocido como AlnWick Garden, y para los hispanoparlantes, El Jardín Venenoso, fue fundado en 2005 en Northumberland -un condado en el noreste de Inglaterra que se extiende hasta la frontera con Escocia, por Jane Percy, duquesa de Northumberland, quien decidió, tras heredar el castillo de Alnwick a finales de los años 90, que fue la sede tradicional del Duque de Northumberland (y que también sirvió como escenario de la escuela de magia Hogwarts en las dos primeras películas del joven mago Harry Potter) que podría ser el escenario perfecto para un jardín diferente a cualquier otro: un lugar que no solo cautivara a los visitantes con su belleza, sino que también los educara sobre los peligros que acechan en el reino vegetal. Este peligroso jardín con un castillo gótico al fondo, alberga más de 100 plantas tóxicas, intoxicantes y narcóticas; una colección de algunas de las plantas más peligrosas de la Tierra.
Es tan peligrosa la visita, que a los turistas se les indica que no se toquen, prueben ni huelan nada, pero no es extraño que muy a menudo algunos visitantes acaben desmayados por haber inhalado vapores tóxicos en su periplo por tan peculiar jardín.
¿Qué plantas venenosas hay en el jardín?
Así que, en vez de rosas, jacintos y damas de noche, la colección de flores y plantas es… un tanto especial y a ella se acercan más de 600.000 personas cada año (no en vano, es una de las atracciones turísticas más populares de este país). Entre otras cosas, allí se encuentra la ricina, más conocida como semilla de ricino o planta de aceite de ricino, una de las plantas más venenosas del mundo. También encontraremos la que se conoce popularmente como gimpi gimpi o el aguijón del suicidio, un pequeño árbol con hojas en forma de corazón y que cuenta con unos pelos urticantes en tonos morados que inyectan una potente neurotoxina al tacto.
Otra de las plantas peligrosas que se cultivan en este jardín inglés es el acónito, o matalobos (una planta llamativa con altas espigas de flores azules o violetas), que contiene aconitina, una neurotoxina y cardiotoxina; es una potente sustancia que afecta al sistema nervioso y puede provocar un paro cardíaco. También hay cicuta, otra planta venenosa popular que se utilizó para ejecutar al filósofo griego Sócrates. Entre otros habitantes tóxicos notorios también se encuentra la adelfa que, a pesar de su popularidad como planta decorativa, es altamente tóxica. Todas las partes de la planta contienen compuestos que pueden afectar el corazón y el sistema gastrointestinal.
También puedes encontrar Helleborus odorus, una planta perenne admirada por sus flores verdes brillantes que, a pesar de su belleza, contiene un cóctel de compuestos tóxicos, entre ellos helleborina, hellebrina y helleboreína. Estos compuestos pueden causar síntomas que van desde mareos y náuseas hasta problemas cardíacos y respiratorios más graves si se ingieren.
Allí verás la infame Atropa belladonna, comúnmente conocida como belladona mortal, que causa alucinaciones, convulsiones, coma y muerte. Incluso hay plantas utilizadas para crear narcóticos, como la amapola del opio, la coca, los hongos mágicos y la marihuana (de hecho, cuenta con un permiso especial para cultivar estas plantas aunque se encuentran bajo vigilancia constante).
De hecho, también está la planta khat, que en África se emplea como sustancia medicinal a pesar de estar considerada como alucinógena. Sus hojas contienen catinona, un estimulante parecido a la anfetamina que produce sensaciones de euforia, aumento de energía y estado de alerta cuando se mastica o se prepara como té.
Visitar el jardín con seguridad
El jardín destaca la naturaleza dual de muchas plantas, mostrando cómo pueden ser beneficiosas y dañinas según su uso y dosis. De ahí que este emplazamiento sirva, además, como plataforma educativa para concienciar sobre los posibles peligros de las plantas que se encuentran en entornos cotidianos (como la adelfa). Si pretendes visitar el jardín, recuerda que está reducido a un máximo de 20 personas por visita y solo se realizan visitas guiadas, dada su peligrosidad. El guía nunca se separa de los visitantes.
Aunque el centro de Alnwick es icónico, no es el único jardín dedicado a explorar el lado más oscuro de la naturaleza. También podemos visitar el jardín de venenos en el castillo de Blarney, Irlanda, que presenta una colección de plantas tóxicas que se han utilizado a lo largo de la historia en medicina, brujería y asesinato. Desde el acónito hasta la mandrágora, o también puedes viajar hasta Italia, al jardín botánico de la Universidad de Padua, que es uno de los más antiguos del mundo (fundado en 1545) que contiene una sección dedicada a plantas medicinales y venenosas y donde podrás leer información sobre la naturaleza dual de las plantas (medicinales y letales).
Tomado de Muyinteresante
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