Raúl Castro es, por mucho, parte de la historia y el presente de Cuba. Vive en el centro de los asuntos más acuciantes de la nación, listo para las nuevas batallas. Lo dijo, y a menudo lo vemos: ¡sigue con el pie en el estribo!
Este 3 de junio está de cumpleaños el líder, el hermano más apegado a Fidel. Hoy lo recordamos de manera especial y celebramos por su vida, la del padre legendario de los buenos que habitan el hogar extendido que es Cuba.
A su fiesta concurrimos todos, aunque no haya pastel ni brindis. Es una celebración que nos conecta para sentirlo, estar a su lado y escucharlo contar lo más entrañable de sus memorias.
Raúl nos dice, acaso, que era hermoso y saludable estar bajo los cedros, allá, en el Birán que lo vio nacer. Recuerda los años en el Colegio de los Jesuitas, el Moncada, Presidio Modelo, México, el yate Granma, Alegría de Pío, Cinco Palmas y la Sierra Maestra…
En nuestra conexión especial por su cumpleaños, Raúl hojea un álbum de fotos: los varones hijos de Lina y Ángel aprendiendo a caminar, y después corriendo bajo las frondas del patio; él y sus hermanos vestidos de domingo en el comedor de la casa paterna; él en el Segundo Frente; Fidel y él cuando entraron a La Habana el ocho de enero de 1959. Raúl mira al vacío, y no hay dudas de que, entre todos los cubanos, él es quien más extraña al Comandante.
Se le endulzan los ojos cuando se ve, joven él y joven ella, junto a Vilma, ella de blanco y perlas en el pelo. Ella que está, y a la vez no está, y la echa de menos; y se palpa el corazón como si doliera.
Decir que Raúl Modesto Castro Ruz sigue siendo el excepcional combatiente guerrillero, el dirigente político y jefe militar que Cuba admira, no define la altura de este hombre que hoy cumple 93 años. Para ello habrá que verlo siempre en toda su dimensión humana.
¡Felicidades Raúl!
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